Tradicionalmente, el vino se vende en una botella que refleja los orígenes de las uvas que hacen el vino. Las botellas con hombros altos y cuellos largos y delgados son para los vinos originarios de la región de Burdeos de Francia, y que incluyen Cabernet Sauvignon, Merlot y Malbec. Ésta es la botella bordolesa y también es conocida como la botella estándar para vino. Es la más común que encontramos para los vinos tranquilos.
Botellas con los hombros inclinados son más largos, para los vinos que dieron origen a la región francesa de Borgoña. Estos incluyen Chardonnay y Pinot Noir.
El nombre de la botella de vino del Rin muy alto y delgado proviene de un término británico para la región de Alemania y Francia, donde se originaron. También se les conoce como botellas de Alsacia o alemán, y los vinos en ellos normalmente están hechos de Riesling o Gewürztraminer.
Para los vinos espumosos, se necesitan botellas más gruesas y que la base tenga una forma cóncava suficiente para que aguante la presión. Estas botellas fueron complicadas de hacer en un principio, por lo cual no se hacía vino espumoso, pues era muy complicado lograr que las botellas aguantaran la presión. Se les conoce como botellas champenoise (igual que el método de elaboración de la champaña).
En la mayoría de los lugares, no hay leyes que regulen las botellas que se utilizan para la que vino. Pero el negocio del vino puede ser muy tradicional, por lo que muchas bodegas se adhieren a las directrices de la botella.