A veces confundimos los términos; hoy sabrás que no es así.
Cuando nos mencionan a un Sommelier lo primero que pensamos es en una persona (hombre, la mayoría de las veces) que va de traje y habla de los vinos. Cuando mencionan a un enólogo la imagen mental es la misma; una cava donde una persona nos habla de los vinos y su maridaje.
La verdad es que son trabajos diferentes los que ambos desarrollan, aunque se complementan:
El Sommelier es la persona con el suficiente conocimiento de vino que nos ayuda a decidir la mejor forma de maridaje, explicando la razón para consumir un vino u otro. Es diferente al trabajo de un catador (en este caso también se pueden completar las profesiones).
Entre las funciones que tiene un sommelier está el mantenimiento y administración de una cava, el servicio a los comensales, desde la asesoría y brindando servicio al cliente, sugiriendo los vinos respecto al maridaje.
El enólogo es la persona encargada del Viñedo y su correcto cuidado: Desde el manejo de Terroir, hasta el momento ideal para la vendimia: Este es uno de los trabajos más complicados del enólogo, ya que de esa decisión depende el nivel optimo de la uva para obtener la mejor calidad de los vinos de esa añada.
La vendimia inicia cuando la uva está en el momento adecuado de maduración de los frutos de la vid.
El Enólogo también tiene la responsabilidad de dirigir el proceso de elaboración de un vino; es quien supervisa desde la elaboración, almacenaje, análisis del vino, así como la conservación, embotellado y la comercialización del vino.
