¿Y el tequila, apá?

De las pocas denominaciones que tenemos en México encontramos una de las más importantes: El Tequila.

Si a un extranjero le preguntamos sobre algo que le recuerde México, lamentamos informales, no va a decir “vino”; va a decir tequila.

Vamos desde el principio… ¿qué es el tequila?

De acuerdo con la norma mexicana (que es la clave de la denominación) hablamos de una bebida alcohólica que se obtiene por la destilación de mostos que son preparados directa y originalmente en el territorio establecido, de las cabezas de Agave Tequilana weber variedad azul.


Estas cabezas tienen que ser hidrolizadas o cocidas y sometidas a una fermentación alcohólica con levaduras, cultivadas o no, siendo susceptibles los mostos de ser enriquecidos y mezclados conjuntamente en la formulación con otros azúcares hasta en un proporción no mayor de 49% de azúcares reductores totales expresados en unidades de masa.

“El Tequila es un líquido que, de acuerdo a su clase, es incoloro o coloreado cuando es madurado o cuando es abocado sin madurarlo.”

Este producto solamente puede ser denominado a través de alguna de las siguientes leyendas: “100% de agave”, “100% puro de agave”, “100% agave”, “100% puro agave”.

Información del Consejo Regulador del Tequila.

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