Ante la duda, un pensamiento de la cerveza: el auge cervecero ha venido con la batalla de la cerveza comercial contra la artesanal.
¿Pero antes de eso, sabían que toda cerveza es comercial? A menos claro, que no esté a la venta.
La razón es sencilla, lo comercial, como solemos decirlo, se refiere a la venta de un producto y por ende la cerveza artesanal a la venta entra en el mismo término.
A continuación pondremos la conocida “cerveza comercial” como de gran producción y la cerveza artesanal la dejaremos así, haciendo el paréntesis que suele ser de una producción menor.
Hablando de la calidad, la cerveza de gran producción no va a fallar: tantos años en la industria y los cuidados que se le deben dar nos muestra que la cerveza puede ser bien fabricada en masa. No significa que a todos les deba de gustar ni que por ello sea la mejor.
La ventaja en las artesanales es el cuidado casi especial y único que se puede lograr; aunque nos hemos encontrado con estas cervezas de muy mala calidad: saladas sin ser la intención, con defectos o una mala fermentación. Es un detalle que si bien no está en todas las artesanales, es casi imposible encontrar en una gran producción.
Por lo cual podemos hablar de que cada cerveza es única: hay una gama inmensa de ellas y algunas de gran producción pueden no ser una buena opción al igual que algunas artesanales. Y al final, todo depende del consumidor y su gusto personal.