El consejo es siempre tener un vino rosado en la nevera. Nunca sabemos cuándo va a ser la emergencia y hay que abrirlo; no vaya a ser la de malas y no tengamos uno a la mano.
1- Si estas esperando a alguien.
Si estas en un bar y andas esperando a alguien, la opción es este vino, disfruta de una buena barra y un vino rosado.
2- No hay mucho de picar.
No tienes más que quesos, abre un vino rosado. De seguro uno de esos quesos le pega y le queda bien a ese vino.
3- La película.
Seamos honestos: a final de quincena no puedes invitar a tu amorcito a cenar ni al cine y es el momento donde dices “mejor nos quedamos, ¿no?”. Pues bien, no tendrás que gastar más porque este rosado lo compraste con tiempo. Es momento de abrirlo.
4- La visita inesperada.
Ya ibas a salir y los vecinos o los amigos aparecieron y pues no tienes otra cosa que ese vino en la nevera. ¡A abrirlo se ha dicho!
5- La novela.
Acabas de iniciar tu libro: es una novela (larga, corta, de misterio, de suspenso, romántica; no importa), pero para leer a gusto, no hace falta otra cosa que no sea una buena copa de un vino fosé… y luz, claro.