Vino, alcohol, prevención y cuidados.
De acuerdo a la evidencia disponible actualmente, reducir la ingesta de bebidas alcohólicas a no más de una copa de vino por día (o su equivalente en graduación alcohólica para el resto de las bebidas) disminuiría por lo menos entre un 6 y un 10% el riesgo de desarrollar un cáncer de mama, según el Centro Médico Fleischer.
Pero el vino tinto contiene, además de alcohol, una amplia variedad de moléculas con distintas propiedades. Si bien es posible que algunas de ellas tengan un efecto preventivo en relación al cáncer de mama, sería prematuro aconsejar el consumo de vino tinto en base a la evidencia disponible al respecto.
Conforme con guía peñín, consumir vino tinto con moderación podría ayudar a las mujeres a reducir el riesgo de padecer cáncer de mama, según ha revelado un estudio del Centro Médico Cedars-Sinai en Los Ángeles, Estados Unidos. La investigación encontró que las sustancias químicas contenidas en la piel y las semillas de las uvas tintas redujeron ligeramente los niveles de estrógenos y elevaron la testosterona en mujeres premenopaúsicas que tomaron una copa de vino tinto al día durante un ciclo menstrual.
En el estudio participó un grupo de 36 mujeres a las que, de modo aleatorio, se les asignó o bien un vino tinto o bien un vino blanco. Durante un primer ciclo menstrual -28 días-, cada una de ellas tomó una copa de vino al día del tipo que les correspondía y el siguiente ciclo cada participante pasó a consumir el otro tipo de vino. Se les extrajo sangre dos veces durante cada ciclo menstrual para medir los niveles hormonales. De esta forma, los investigadores aseguran que el cambio en los patrones hormonales sugiere que el vino tinto puededetener el crecimiento de células cancerosas, como ya se ha demostrado en estudios previos realizados en probetas.
Para evitar el riesgo de cáncer de mama:
Dicho por el American Cancer society el síntoma más común del cáncer de seno es una nueva masa o protuberancia. Una masa no dolorosa, dura y con bordes irregulares tiene más probabilidades de ser cáncer, aunque los tumores cancerosos del seno pueden ser sensibles a la palpación, blandos y de forma redondeada. Incluso pueden causar dolor. Por este motivo, es importante que un médico con experiencia en las enfermedades de los senos examine cualquier masa o protuberancia nueva, o cualquier cambio en los senos.
Otras posibles señales de cáncer de seno incluyen las siguientes:
Hinchazón de parte o de todo el seno (aunque no se sienta una protuberancia definida).
Irritación o hendiduras en la piel.
Dolor en el seno o en el pezón.
Retracción (contracción) de los pezones.
Enrojecimiento, descamación o engrosamiento de la piel del seno o del pezón.
Secreción del pezón que no sea leche materna.
Algunas veces un cáncer de seno se puede propagar a los ganglios linfáticos de las axilas o alrededor de la clavícula y causar una protuberancia o inflamación ahí, aun antes de que el tumor original en el tejido del seno sea lo suficientemente grande como para poderlo palpar.
Aunque cualquiera de estos síntomas puede ser causado por otras afecciones distintas al cáncer de seno, si usted los presenta, debe notificar a su médico para que él encuentre la causa.