Contrario a la creencia, cabernet sauvignon es una cepa; no una marca o un tipo de vino. Es de los más famosos y más conocidos en el mundo.
¿La razón? Su potencia, tanicidad, poder de conservación y gran calidad de vinos que se pueden manejar. Bien hecho nos da vinos estructurados y con taninos aterciopelados que nos acompañarán perfecto con algunos quesos, pero en especial cortes de carne, comidas grasas e incluso condimentadas.
Quesos: Cheddar y azules son la opción ideal.
Es una cepa francesa, de la zona de Burdeos, es principalmente utilizada para el Barolo y barbaresco. Su popularidad se le atribuye a la facilidad de su cultivo, principalmente en Italia, Europa Central, Grecia, Israel, Australia, Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Sudáfrica, México, Perú,, Uruguay y Estados Unidos. Así es, en la mayoría del mundo enológico.
En vista podremos ver colores muy intensos, con rojos obscuros; tonos rubí y violáceos que van cambiando a ladrillo con el paso del tiempo.
En el olfato predominan las grosellas, las cerezas, ciruelas, frutos rojos; en algunos casos, dependiendo el proceso, tabaco, chocolate y aceitunas. Con poca maduración son tonos de pimienta verde.
En boca es profundo, aterciopelado, con buen paladar y estructura. Los jóvenes pueden llegar a ser ásperos y duros. Sí, se recomiendan más como vinos de guarda; sin embargo si tenemos uno joven se recomienda servir entre los 16 y 18 ºC. Los más evolucionados hasta los 20ºC