Datos curiosos del mundo del vino.


El principal enemigo del vino es el oxígeno; aunque lo más recomendable es no guardarlo, si sobró un poco, se puede usar una bomba de vacío manual para evitar perder el vino.

Las antocianinas son los pigmentos que se hayan en las células vegetales que otorgan los colores a las hojas, flores y frutos; de ahí viene el color en el vino.

Hay dos tipos de Vendimida: La manual y mecánica; la manual debe hacerse con vinos de calidad elevada y espumosos.

La cosecha de la uva depende del grado de maduración que se quiera: la relación entre los azúcares y los ácidos.

Se llama “tempranillo” porque es de las cepas que más rápido llega a su maduración.

No se debe recoger la uva en horas muy cálidas, pues puede iniciar la fermentación antes.

Se le conoce como “Picada” a la base de la botella, esta no sólo sirve para mejorar el servicio, también es para ayudar a la presión que se ejerce en el vino: un vino de mayor reserva o espumoso va a tener una picada más alta que uno joven.

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La temperatura de los vinos tintos.

Tenemos la idea que los vinos tintos van a temperatura ambiente. ¡No señores! Hemos vivido en un error. La verdad es otra: no tenemos el mismo clima en el mundo, en el día, ni en las épocas del año. ¿Cuál temperatura ambiente de qué lugar, en qué época?

¿Ven?

La importancia de la temperatura es para poder dejar al vino expresarse correctamente. Pero he aquí un tip que muchos sommeliers les negarán (incluso nosotros lo negaremos), pero si un vino tinto lo enfrían más allá de su temperatura de servicio, podrán “tapar” los defectos de ese vino.

Pero ¿cuál es la temperatura de servicio?

En tintos debe oscilar entre los 16 y 18º. Con esto podremos percibir sus componentes de manera adecuada y conservará sus matices.

En caso de que sean jóvenes, los podemos dejar de los 12 a los 16: resaltaremos su frescura y flores; los vinos con crianza pueden estar entre los 16 a los 18; las grandes añadas lo vamos a preferir no más de 20º pero no menos de 17.

¿Se imaginan servir en un verano un vino tinto a temperatura ambiente? Y luego porqué dicen que un vino no les gusta.

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¿Cómo se oxigena el vino?

¿Se imaginan estar dormidos durante mucho, mucho tiempo? Lo primero que queremos al despertar es desperezarnos. Y así va también el vino: quiere abrir para “despertar” y poder manifestarse en todos los sentidos.

Cuando un vino lleva mucho tiempo en la botella, tarda más que un vino que tiene menor tiempo en botella o barrica.

Decantar es bueno para cosechas que tienen entre 5 y 10 años.

Para ello, podemos usar un decantador con un diámetro más ancho que la copa, gracias a lo cual tendrá un mayor contacto con el oxígeno. Esto aplica para tintos. No vamos a decantar los blancos.

Siguiendo la analogía de despertar: es como si nos aventaran agua fría, lo haremos más rápido. Lo mismo con el vino al decantar, el oxígeno será la manera en que nos mostrará todas sus bondades.  Y ayudara cuando lo tomemos o lo sirvamos a un comensal.

Veremos la evolución de la bebida mientras está en la copa: iremos probando y el mismo sabor y olfato nos dirán cuánto tiempo es necesario tener o dejar en el decantador (que lo normal es que sea unos 10 o 15 minutos a lo mucho).

¿Se imaginan estar dormidos durante mucho, mucho tiempo? Lo primero que queremos al despertar es desperezarnos. Y así va también el vino: quiere abrir para “despertar” y poder manifestarse en todos los sentidos.

Cuando un vino lleva mucho tiempo en la botella, tarda más que un vino que tiene menor tiempo en botella o barrica.

Decantar es bueno para cosechas que tienen entre 5 y 10 años.

Para ello, podemos usar un decanador con un diámetro más ancho que la copa, gracias a lo cual tendrá un mayor contacto con el oxígeno. Esto aplica para tintos. No vamos a decantar los blancos.

Siguiendo la analogía de despertar: es como si nos aventaran agua fría, lo haremos más rápido. Lo mismo con el vino al decantar, el oxígeno será la manera en que nos mostrará todas sus bondades. Y ayudara cuando lo tomemos o lo sirvamos a un comensal.

Veremos la evolución de la bebida mientras está en la copa: iremos probando y el mismo sabor y olfato nos dirán cuánto tiempo es necesario tener o dejar en el decantador (que lo normal es que sea unos 10 o 15 minutos a lo mucho).

En algunos casos, con solo abrir la botella unos 10 minutos antes de consumir el vino, será suficiente; aplica con vinos jóvenes.

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El tiempo del corcho en el vino.

La pregunta común es ¿cuánto tiempo puede durar un vino después de que se abrió?
La gran sugerencia es que no mucho, pues el vino se puede oxigenar de más y oxidar y por lo mismo, la sugerencia es que si guardan una botella, la cierren bien y la metan al refrigerador durante ese tiempo. Aquí les damos la sugerencia de tiempo:
corcho y vino

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El espumoso no sólo es celebración.

Ya nos lo han dicho en muchas ocasiones: no hay mejor ocasión para abrir un vino que cuando celebramos. Y de ahí tenemos la costumbre de abrir vinos espumantes para Festejar el día.

No hay boda donde un escorche de burbujas no salga, graduación donde las copas se llenen de espuma, compromiso que no cierre pacto con estrellas. Pero ¿vamos a limitar al vino así?

Una opción es hacer que el espumoso salga, se entretenga con nosotros en otros eventos. Nos referimos a vivir la experiencia de un maridaje con espumantes.

No sólo de champagne vive el hombre, también existen otras opciones (a veces más económicas) de buenos vinos con burbujas para estallar.

Imagina que un día sin razón aparente, decides abrir esa botella de espumoso que encontraste: comes sushi, unas ostras, tal vez un salmón a la plancha. Lo que sea, no importa. Solo disfruta la opción que da como un buen acompañamiento de la tarde.

Y tal vez si, siga siendo un festejo, un festejo personal de que otro buen día ha pasado, otra buena comida que hemos probado. Un festejo de poder probar una copa de espumoso.

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5 maneras de mejorar el olfato.

1- Oler más.

Si siempre que vas a una cata los vinos huelen a cacao, chocolate, tabaco, hojas de menta, frambuesas, sigue con esos aromas: en ocasión que puedas en mercados, supermercados, tiendas, revisa esos aromas y amplía tu horizonte olfativo.

2- A ciegas.

Con amigos puedes “jugar” con aromas. Ten una lista de aromas que necesitas, te gustan o quieres y reforzarlo. El que adivine más olores, gana una botella.

3- Mas catas.

Ve a más eventos, distingue el vino de manera mental y anota los aromas que te llegan.

4- Diferentes aromas.

Busca aromas que no has encontrado ¿a qué huele una jacaranda fresca, un narciso seco, la cáscara de naranja?

5- Evita olores desagradables.

No necesitas saber a qué huele la basura, ni desmenuzar esos aromas de manera mental. Este es el tipo de aromas que puedes evitar: un paño húmedo (si estas en la calle, toallitas húmedas serán tus aliadas) o simplemente taparse la nariz con la blusa/playera/camisa.

Extra: trata de mantener limpia la nariz; de vez en cuando ve al otorrinolaringólogo y que vea si es necesario lavar de manera especial la nariz, como con agua con sal.

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6 Datos curiosos de vino del vino blanco.

El vino blanco debe ser de color amarillo paja con matices verdosos a dorado intenso, con brillantez y transparencia. En caso de que veamos colores más opacos y marrones, no hay que tomarlo: su tiempo ya paso.

 Si en un vino blanco encontramos tonos rosas, quiere decir que el líquido hizo contacto con la piel de uvas tintas, aunque esto no es muy común. Otra opción es que es un vino blanco de cepas tintas. Ejemplo: es un vino blanco de cabernet sauvignon.

El tiempo de guarda de los vinos blancos de crianza es alrededor de 4 años, aunque hay vinos que pueden tener una guarda de hasta 10 años: esto depende de la crianza que se la ha dado al vino, como si tuvo paso por barrica y cuánto tiempo fue.

La temperatura de servicio de un vino blanco es menor, pero tampoco tiene que pasar mucho tiempo enfriando: de los 7 a 10ºC estará listo para tomarse.

El vino blanco se sirve en copas más pequeñas, que ayudan a conservar su temperatura. Los vinos blancos van en copas tipo “tulipán”, donde mantendrán mejor la temperatura y podremos ver sus matices y aromas.

Si las uvas con las que se elabora un vino blanco son jóvenes, será más claro, con la maduración de la fruta y si pasó en barrica o tiene mucho tiempo embotellado, se va tornando a una coloración que tiende al amarillo oro.

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Con qué vino iniciar.

En el mundo del vino, ¿cómo empezamos?

Cuando queremos tomar vino (¡Yes!) pero estamos iniciando y la mayoría de las personas a nuestro alrededor nos quieren enseñar de vino, es probable que fallen (lamentamos decirlo, queridos amigos).
Hay cierta soberbia en quienes tienen un conocimiento: como cuando ven mucho cine de autor y por ello dicen, no pueden disfrutar de una película que sea “comercial”; o una persona que se acostumbra a comer comida de alta cocina y se niega a comer una sopita de fideo… lo mismo pasa con el vino.
Algunos que tienen grandes conocimientos en él, olvidan que iniciaron con calimoxos o sangrías. Que el tetrabrick no es malo y que no hay mayor mentira que el mejor blanco es el tinto.
No, no tiene nada de malo que no les guste el mejor cabernet sauvignon, que sientan muy seco algún vino y que les gusten los dulces. Es como está acostumbrado su paladar.
Poco a poco, verán que van cambiando: mientras más vino toman, mas vinos les van a gustar y el que en un principio les encantaba, preferían olvidarlos.

Iniciando el vino:

Lo primero a nuestro parecer es iniciar con los espumantes: que sean de dulces a semi secos. Puede ser un vino de la región y con el tiempo buscar denominaciones como el sekt, la cava o el champagne.
Blancos: vamos a avanzar de los dulces a los semi secos. Que no tengan barrica a los que la tienen. Estos pueden ser de cualquier parte del mundo, pero inicia con el chardonnay y el chenin blanc y termina con vinos como el riesling o el verdejo (que tienen una mayor acidez). También busca los que son combinación de cepas.
Tintos jóvenes que no tengan paso por barrica, de preferencia del nuevo mundo.
Estos consejos son generalidades, en especial para Mexicanos. Y nunca, nunca dejes que te intimiden desestimando el vino que estás tomando. Si a ti te gusta, lo demás no importa.

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Oda al vino.

Poema de Pablo Neruda.

katamaniacos_pablo-neruda Poeta chileno, premio Nobel de literatura en 1971. Es considerado uno de los grandes pilares de las letras en el mundo y en especial, de habla hispana. Fue embajador de Francia y buscó la candidatura para la presidencia de su país. También fue amigo-enemigo-amigo de el escritor mexicano Octavio Paz. En 1924, publicó su famoso Veinte poemas de amor y una canción desesperada. En 1956 publicó Odas Elementales, de donde viene su Oda al vino.

 

Vino color de día,

vino color de noche,

vino con pies de púrpura

o sangre de topacio,

vino,

estrellado hijo

de la tierra,

vino, liso

como una espada de oro,

suave

como un desordenado terciopelo,

vino encaracolado

y suspendido,

amoroso,

marino,

nunca has cabido en una copa,

en un canto, en un hombre,

coral, gregario eres,

y cuando menos, mutuo.

A veces

te nutres de recuerdos

mortales,

en tu ola

vamos de tumba en tumba,

picapedrero de sepulcro helado,

y lloramos

lágrimas transitorias,

pero

tu hermoso

traje de primavera

es diferente,

el corazón sube a las ramas,

el viento mueve el día,

nada queda

dentro de tu alma inmóvil.

El vino

mueve la primavera,

crece como una planta la alegría,

caen muros,

peñascos,

se cierran los abismos,

nace el canto.

Oh tú, jarra de vino, en el desierto

con la sabrosa que amo,

dijo el viejo poeta.

Que el cántaro de vino

al beso del amor sume su beso.

 

Amor mío, de pronto

tu cadera

es la curva colmada

de la copa,

tu pecho es el racimo,

la luz del alcohol tu cabellera,

las uvas tus pezones,

tu ombligo sello puro

estampado en tu vientre de vasija,

y tu amor la cascada

de vino inextinguible,

la claridad que cae en mis sentidos,

el esplendor terrestre de la vida.

Pero no sólo amor,

beso quemante

o corazón quemado

eres, vino de vida,

sino

amistad de los seres, transparencia,

coro de disciplina,

abundancia de flores.

Amo sobre una mesa,

cuando se habla,

la luz de una botella

de inteligente vino.

Que lo beban,

que recuerden en cada

gota de oro

o copa de topacio

o cuchara de púrpura

que trabajó el otoño

hasta llenar de vino las vasijas

y aprenda el hombre oscuro,

en el ceremonial de su negocio,

a recordar la tierra y sus deberes,

a propagar el cántico del fruto.

 
 

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