Maridajes de carnes.

Imagina un enorme trozo de carne: el que gustes.  Ahora piénsalo con vino y la combinación suena deliciosa.
Pues bien, la opción de vino por corte, puede ser la siguiente.
Decimos “puede ser” por la manera en preparar la carne, la cocción (o cocimiento, la RAE nos dice que es correcto) y el tipo de vino (si tiene barrica o algo más).
Esto es: carne roja con vino tinto.
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¿Ustedes también se imaginan esta escena cuando leen Chianti?

 

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Vino para camarones.

En México y en general los países donde se habla español, todo es con albur: incluyendo el camarón.
Pero en este caso no vamos a ser soeces; vamos a hablar del posible maridaje que podemos tener con camarones.
Este caso es específico: como hacer que los maricos resalen con el vino.

Vino blanco.

Verdejo, Gewürsztraminer.
Si son fritos o capeados, intenta con este vino y verás la gran opción que pueden aportar.
Si están solos con limón (lima), aplica esta opción.

Rías Baixas, torrontés, chenin blanc
Al coco. Si se te antoja unos camarones al coco, esta opción puede ser ideal.

Chardonnay o sauvignon blanc
Con aguacate o un aguachile va con estos vinos.
También si los camarones se encuentran solos.

Riesling.
Si los guisas con quesos picantes (como el azul), acompaña algo de riesling.

Vino tinto.

Garnacha o Pinot Noir
Cocteles de camarón, este es su momento.

Gamay
A la piña o al coco serán buena idea acompañadas de un gamay.

Champagne.

Siempre va con mariscos, es deliciosa la manera de combinarlos.

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Maridajes para merlot.

Esta cepa francesa se ha plantado en todo el mundo y en los últimos años ha ganado popularidad por lo sencillo que puede ser beber un merlot o lo accesible que es (no nos referimos sólo al costo, pues hay en varios rangos; sino a que en casi todo el mundo lo producen y en toda tienda es posible encontrar una botella).

Ya sea monovarietal o acompañado (siendo mayoría el merlot), estas pueden ser algunas alternativas de maridajes:

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Frutos secos: nueces, almendras e inclusos pasas y arándanos pueden ser compañeros en ensaladas para este vino.

Pescados en salsas: algunos pescados con vinos que no tengan barrica serán buena alternativa con este vino.

Carnes como el pato y el conejo en aquellos vinos con más crianza, con barrica.

Quesos semiduros serán buen acompañamiento.

Con algunos postres los vinos más jóvenes y algo dulces: membrillos serán buena alternativa.

Cortes de carne, solomillo, lomo pueden ir en salsas para completar el festín.

La temperatura ideal para este vino debe ser entre los 15ºC y máximo los 18ºC.

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¿En verdad lo vamos a maridar?

 

La creciente ola de vino en el país y en algunas partes del mundo llega al vino con la necedad de hacer maridajes donde no deberíamos forzar un maridaje.

En algunas ocasiones al comer terminamos con un “¿Verdad qué te gusto?”, pensando que vamos a tener la razón al hacer las combinaciones de alimentos y bebidas.

Es verdad que el vino puede acompañar bastante comida; sin embargo, estas son algunas de las comidas más complicadas de hacer par:

marida¿Funciona hacer el maridaje?

Puede que sí, pero en algunas ocasiones podemos dejar la terquedad ante el vino y probar otras bebidas para los alimentos anteriores.

O agua. El agua siempre cae bien (hasta con el vino es perfecto maridaje).

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¿Por qué las pastas van con los vinos?

Casi todos los vinos hacen un buen maridaje ¿la razón? Es muy sencilla: son con todo.

Las pastas por sí no tienen mucho sabor, son neutras; están hechas con harina (que seamos honestos, no es un sabor), un poco de aceite y sal. Y sólo la sal es un sabor… pero al combinarlo ¿a qué sabe la pasta?


 

En verdad, al prepararla, hervirla, ponerle un poco de sal y algo de cebolla, ajo, aceite, tal vez achiote… sigue realmente sin saber a algo en específico.

¿Por qué las pastas van con vino?

Por todas las combinaciones posibles que de ello podemos lograr.

Ejemplo: tienes un espagueti, un vino tinto y no sabes qué hacer: combinas un poco de carne con jitomate y agregas tu pasta. ¡Tarán!


En caso de que tengas un vino blanco, puede que sólo agregues un poco de mantequilla y orégano; listo, no se necesita más.

 

¿Se dan cuenta por qué los vinos son esa combinación perfecta con “las pastas”?

Siempre puede ser una idea, la opción es ver las salsas o la preparación de estas y ver como va a quedar con nuestro vino.


 

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¿Por qué nos preocupamos tanto por un maridaje?

A cada uno de nosotros, como buenos sibaritas, pensamos en la posibilidad de un maridaje que sirva para nuestra alimentación: desde el vino, la cerveza u otras bebidas y como podemos combinarlo con lo que vamos a comer.

Sin embargo… ¿Es en serio tan necesario que el maridaje sea correcto y se haga de manera “armoniosa”?

Muchas veces del maridaje es poder hacer algo que nos guste e incluso, a manera personal lo podamos degustar de manera correcta.

Pero muchas veces perdemos el punto de tener una buena comida con un vino a punto de obsesión.

¿Esto a qué se debe?

Para responder esto, haremos juntos un experimento.

Si tenemos tres copas de vino ¿cómo va a ser si las probamos con el mismo platillo?


 

Podemos hacerlo con algo muy sencillo: unas empanadas, unos bocadillos o algo sencillo y sin complicación.

Y probar: esas tres opciones de vino que deben ser en un mismo sentido (todo tinto, todo blanco, todo joven, con barrica, de diferente uva tal vez, pero deben ser similares) y probar el mismo plato con esos vinos. ¿Ves cómo cambian?

En algunos casos no hay mucha diferencia de vino a otro; pero la personalidad de cada uno será marcada en la boca.

Nosotros pensamos que no es necesario el desgaste a la hora de hacer una cata maridaje íntima, en casa. Que puede que falle o que encontremos el sabor ideal que buscábamos.

Al final, la recomendación es no clavarnos en ello.

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“No sean muy generales en el maridaje”.

En el editorial de la semana: ¿Por qué somos generales al dar un maridaje?

¿Saben o están consientes de la cantidad posible de vinos, de aromas, de vinificación que existe en el mundo? Pues para empezar, México es un país que produce un mínimo de vino en comparación a cualquier Denominación de Origen… ¡De dónde sea!

Imagina esto: México produce cerca de 1,000 etiquetas de vino. Para el 2016, Guía Peñín cató de España 11.200 marcas. ¡Sólo España!

Vamos por pasos: España mide 504 645 km²; el estado más grande México, Chihuahua mide 580 765 km² (Y podría ser un buen lugar para producción de vino… ¿Y luego, México? ¿Qué diablos te frena? ¿Qué?).

Entonces, ante la gama inmensa de vinos que existe nos llegó hace poco una duda razonable (y no tanto): Maridajes de vinos blancos. Pero no sean generales, específicos.

¿Qué? ¿En serio?


 

De una gama donde el 25% de la producción de vino es vino blanco (incluyendo los espumantes), piden una recomendación de vino blanco y que no sea general.

Vamos por partes: son más de 200 cepas que se conocen en México de vino blanco (de marcas de la zona y del extranjero); más las posibles combinaciones, viticultura, vinicultura, zonas, regiones, subregiones, aromas, sabores y más… ¿Y nos piden que no seamos generales?


 

Iremos por partes:

Los vinos blancos van –generalmente- con pescados y mariscos: pero no todos, deben ser de acuerdo al vino; si tenemos un vino blanco con crianza no le vamos a meter un pescado blanco de río; pero si podrían ser unos calamares a la mantequilla, por ejemplo.

Dos: no hay pierde con los espumantes, es más fácil hacer la combinación entre los espumosos; en caso de duda, espumoso.

Tres: si quieren maridaje en particular para un vino, vean la etiqueta o la página de la casa productora: muchas veces nos da hasta la receta.

Cuatro: Se aprende de los errores: combinen, hasta encontrar algo que les guste y sea la opción para su vino.

Cinco: Pastas. Las pastas son muy neutras en sabor y dependen de las salsas que pongamos en ellas. Si ya han probado el vino, es más fácil salsearlas y así saber el maridaje.

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