“El cocinero del emperador” estará en Canal 11.

Cuando eres Foodie y hasta tus series son de comida: Canal 11 (Del Politécnico) traerá una producción japonesa:
 
Tokuzo Akiyama, es conocido como un joven sin oficio ni beneficio. Su padre, harto de la situación, lo compromete en matrimonio con Toshiko, una chica del pueblo. Tokuzo es empleado en la tienda de sus suegros. Un día, mientras entrega mercancía, conoce al sargento Tanabe, un chef del ejército que antes trabajó en un restaurante en Tokio. Tokuzo prueba su comida y queda fascinado, por lo que le pide ayudarlo en la cocina, hecho que detona el inicio de un camino lleno de aventuras y peripecias para conseguir su objetivo.

Es una obra de ficción biográfica de 14 episodios y est´basada en la obra de Hishide Sigumori y muestra el Japón sobreviviente de la Segunda Guerra Mundial.
 
Estreno, martes 16 de mayo, a las 23:00 horas, por la señal digital abierta 11.1.
 

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Dulcemente picante.

En México existen más de 64 variedades de chile según el mapa de diversidad emitido por el Sistema Nacional de Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura (SINAREFI). El chile es parte de la identidad y cultura gastronómica mexicana. El consumo de chile en nuestra alimentación tiene muchos años y un claro reflejo de esto son la variedad de salsas que existen en México.

El chile conforma la identidad de la cultura gastronómica mexicana y su introducción en la cocina data de muchos años atrás, reflejo de ello son la cantidad de salsas con las que hoy contamos.

Manu Balanzino, asesor gastronómico y Director de The Gourmet Journal, afirmó que “el chile es mucho más que un aporte de sabor. Es rico en vitamina C (superando al limón y la naranja) y tiene una alta concentración en ácido ascórbico además de alto poder antioxidante. El chile fresco más consumido en México es el chile serrano y su cultivo se centra en los estados de Puebla, Hidalgo, Veracruz, Sonora y Guerrero, entre otros”.

Manu dijo que la tradición ha incluido los chiles en los platos más populares y con el paso del tiempo, la población los fue incorporando a su cocina. “No puede faltar chile en el refrigerador de cualquier mexicano. Otro ejemplo son los moles y sus distintas variaciones según quién los prepara; incluso cada estado. La globalización permite encontrar chiles en todo el mundo”.

Según el asesor gastronómico, cada zona adapta el chile a sus platos más arraigados de su cocina y por supuesto, cambian debido a quién los cocina. “En India también se utiliza mucho el chile, pero sus elaboraciones distan mucho de las mexicanas. El Caribe, Perú, Tailandia, Chile y Bolivia, también son ejemplo de una gran cultura en consumo de chiles”, señaló.

Respecto a cómo maridar chile, precisó que será dependiendo de la intensidad del chile, es decir, buscaremos vinos más frescos como los blancos o rosados para chiles con una intensidad baja y vinos con más carácter como los tintos en el caso de chiles con gran presencia. No obstante, no descartó probar con cócteles. Y recordó que en el mundo Gourmet, el colorido de los chiles es un recurso perfecto para elaboraciones frías que engalanen los platos.

El chile, forma parte de nuestra identidad, es objeto de estudio y a su vez, ha conformado un legado. Ejemplo de ello es “el libro “Los chiles de México” de Ricardo Muñoz Zurita, con una recopilación de la inmensa variedad, colores y sabores de este alimento. Pero también lo es el libro de “Chiles”, de Patricia Quintana, el cuál elabora distintas recetas con chiles”.

Manu recordó que el descubridor de esta sustancia fue Albert Szent-Gyürgyi, y por este motivo, recibió el Premio Nobel de fisiología y medicina en el año 1937. Y recordó que en México, el consumo per cápita anual de chile es de 10 kilogramos.

Vía Tradex.
Acerca de Gourmet Show.
La onceava edición de Gourmet Show se realizará del 31 de agosto al 2 de septiembre de 2017 en las instalaciones del WTC de la Ciudad de México.

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El frapucchino de unicornio.

Ya llegó y es de Starbucks: Si los unicornios se han puesto de moda últimamente, tal vez esto derribe ese tren del mame con este frappe ácido y dulce.
Para algunos es momento de broma al respecto, pues el sabor, para algunos, no es agradable.

Para otros, el punto es la cantidad de azúcar que este contiene y lo “poco sano” que es la bebida… como si los demás productos de Starbucks fueran veganos, sin azúcar, madre y padre a la vez.

Para otros, es parte de la moda que ya estaba en la cabeza de todos (¿Entendieron el chiste? ¿No? ¿Seguros?).

Pero… ¿Es en serio que se acabó? La demanda de este producto va por dos lados, por los que quieren probarlo para amarlo y los que lo compran para decir lo mal que sabe.

¿Será pasajero? ¿Durará esta moda? ¿Será el de temporada de cada año como el pumpkin de noviembre?

 
Y hasta olvidamos los supuestos ideales.


Y al final, ¿Lo probaremos o no? Porque… ¿Importa lo qué lleva?

 
*Lo importante no es como entra, sino como sale*
 

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Gastronomía Molecular

Cuando pensamos en gastronomía molecular, nuestra mente vuela, y tiende a asociar procesos científicos, mezclas químicas, laboratorios y demás, curiosamente parte de esto es real, aunque en un plano más común de lo que en general creemos.

La gastronomía molecular la podemos definir como la aplicación científica dentro de la cocina, tiene relación directa con las propiedades físico-químicas de los alimentos, producidos durante su preparación. Los personajes reconocidos como los creadores del termino fueron dos científicos, el francés Hervé This y el húngaro Nicholas Kurti, este último llevó a cabo una plática titulada “The physicist in the kitchen” en 1969 en la Royal Institution.

Algunos días atrás planteaba durante una charla la presencia de la gastronomía molecular en diversos restaurantes conocidos y algunas personas consideraban que este tipo de cocina se daba únicamente al combinar algunos elementos químicos como es el caso del nitrógeno liquido, sin embargo, la química y la física siempre han estado presentes en la cocina, simplemente no se explotaban de una manera tan directa.

Actualmente podríamos denominar a este tipo de cocina como cocina de autor, y existen grandes representantes que la ostentan de manera práctica en diversos restaurantes, tal es el caso de Heston Blumenthal en su restaurant “The Fat Duck”, Jeff Ramsey en Tapas Molecular Bar, Ferran Adrià en el que fue uno de los más afamados restaurantes del mundo: “el Bulli”. Siendo este último uno de los más reconocidos (si no es el que más), en esta línea de chefs que implementan esta tendencia en la cocina, desarrollan nuevas técnicas para sus platillos, innovando de manera directa en la tendencia gastronómica, el hecho de conocer los procesos particulares que generan una transformación específica, les ofrece un abanico gigantesco de opciones para el comensal.

Hace un par de meses tuve la oportunidad de viajar a Europa para llevar a cabo un tour gastronómico, visité varios restaurantes de la Guía Michelin y en particular dos que ostentan tres estrellas, uno de ellos fue el Gordon Ramsey Restaurant, ubicado en Londres, donde ordené el menú degustación “prestige” en compañía de mi esposa, entre los platillos finales se encontraban un delicioso crème brûlée, un segundo postre de vainilla con una presentación de gotas gelatinizadas rodeada de un arco caramelizado y finalmente un helado cubierto de chocolate blanco que mantenía la temperatura exacta gracias a el nitrógeno que se encontraba en el contenedor; la experiencia fue exquisita.

La gastronomía molecular permite utilizar el conocimiento científico para innovar, y es una realidad que gran parte de los restaurantes más prestigiados la llevan a cabo. En México encontramos restaurantes que están a la vanguardia, tal es el caso de Enrique Olvera y su restaurante “El Pujol”, Mikel Alonso en mancuerna con Bruno Oteiza y Gerard Bellver la desarrollan en “El Biko”, en algunos de sus platillos. La gastronomía molecular no es exclusiva de las grandes ciudades, en el mágico San Miguel de Allende Guanajuato también llegamos a encontrar la cocina del chef Jason en “Café Rama” lugares para llevar a cabo la cocina con pasión, explorando todas la posibilidades de preparación y poniéndonos en sus mesas alternativas que compiten a la par de cualquier otra cocina a nivel mundial.

Aquellos que son apasionados de la comida no me queda nada más que invitarlos a experimentar, a abrir los sentidos a experiencias únicas, a llevar al paladar a nuevas experiencias, siendo totalmente honestos con nosotros mismos, dejándonos fascinar por los métodos más innovadores, y aunque existan corrientes representadas por reconocidos chefs como es el caso de Santi Santamaría que, se oponen a este tipo de cocina, la última palabra la tendremos después de enterrar nuestro tenedor y llevar el bocado a la boca.

Artículo Por:
Alex Galina

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Ángulos, comida y personajes.

Desde Marilyn Monroe a Pikachu de Pókemon; un Albert Einstein o fotografías que se quedan en la memoria: esta artista se dedica a hacer creaciones visuales que en algunos casos incluyen comida, como los mencionados.

Con Macarrones, frutas y dulces logra crear mesas con figuras representativas para todos los fanáticos de la gastronomía.

Jolita Vaitkuté se expresa por medio de la comida con diferentes obras –comestibles- donde representan de manera colorida y original comida y personajes de gran originalidad, los cuales sólo se logran ver desde un ángulo.

Otra muestra de que el arte y la gastronomía se conjugan.

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Flor de jamaica, de las aguas frescas a salsa picante gourmet

La Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) desarrolló una alternativa para promover el consumo de jamaica, a través de una variedad de salsas picantes elaboradas con esta flor.

El investigador Gerardo Nava Morales precisó que la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) otorgó recursos para capacitar a los habitantes de Ayutla, Guerrero, a fin de diversificar el consumo de la flor, y aprender esquemas de comercialización que pudieran desarrollar en sus comunidades.

Así, en ese municipo de la región Costa Chica, una de las principales zonas productoras de jamaica en el país, “se impartieron pláticas tanto de producción, variedades y enfermedades” con apoyo del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP)”.

Después, ocho productores fueron llevados a la universidad de Querétaro, con la idea de mejorar los productos que ya elaboraban, como mermeladas, licores y guisos, y además consideraran otras alternativas, de donde surgió la propuesta de las salsas.

La investigadora María Estela Vázquez Barrios expuso que se les presentó la propuesta, cuya principal innovación es el aprovechamiento de toda la flor, y “todas sus propiedades como la fibra, vitaminas, minerales y compuestos activos como fenoles, flavonoides y pectinas, entre otros”.

La especialista del Departamento de Investigación y Posgrado en Alimentos de la Facultad de Química, explicó que de manera tradicional la jamaica se usa para elaborar aguas frescas pero la flor se tira, por lo que el equipo decidió usarla como base que mezclaron con diferentes variedades de chiles.

Vázquez Barrios precisó que se produjeron tres propuestas de salsas, elaboradas con chile de árbol asado y frito, y chile chipotle, en las que se buscó un equilibrio entre acidez, dulzura e intensidad del picante, sin que se perdiera el sabor característico de la jamaica.

“Son salsas tipo gourmet y además muy saludables, que fue la idea principal al proponer estos productos”, destacó la encargada del proyecto en el que también colaboró la investigadora Dulce María Rivera Pastrana.

Adelantó que las salsas las están elaborando estudiantes y docentes, a menor escala, en la planta de producción de alimentos de la Facultad de Química de la universidad.

Se ofrecen al público en general a través del mercado universitario que se pone en la explanada de la rectoría del plantel todos los sábados. “Nos parece un producto muy exitoso, por eso queremos seguir produciéndolo aquí en la UAQ”, puntualizó.

Vía Notimex.

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Más vinos gringos.

Es uno de los productores de vino más grande del mundo con una de las empresas con mayor poder en la industria vinícola (Gallo) y ¿qué tanto sabemos de ellos?

En el 2012 el consumo per cápita fue de 11.4 Kg por persona (Así viene en kilos, por la Organización Internacional del Vino) y un consumo total de 29 mil litros ese mismo año.

La mayor zona de producción se encuentra en el Condado de California, a pesar de que en todo el país se produce vino.

Los más famosos son los blancos hechos con Chardonnay, aunque han logrado buen nivel los cabernet Sauvignon (sobre todo en Sonoma).
La creación de un vino rosado muy famoso como el zinfandel es de aquí, por eso es conocido el White zinfandel.

De California tenemos el Valle de Napa y Sonoma, los más conocidos del esta parte del mundo; sin embargo, en casi todo el país se hace vino: desde Oregón a Nueva York y Washington en sus diferentes estilos.

Los más conocidos son realmente los tranquilos, aunque han logrado buen manejo de vinos espumosos que han llamado cada vez más la atención del público y la crítica.

En este país no existen las reglas como en otros países y los protocolos para beber vino son de los más ligeros o sencillos: el vino es para beber en cualquier momento -algo muy similar a lo que ocurre en México con la cerveza- y eso hace que su consumo sea más frecuente y conocido.

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El taco, símbolo de identidad de los mexicanos

*Este viernes México celebrará el Día del Taco

Con una o dos tortillas de maíz, y en su interior mole, chicharrón, carnitas, suadero, barbacoa, carne al pastor o simplemente una pizca de sal, el taco es el platillo emblemático de la gastronomía mexicana que se ha vuelto popular en muchos países.

Cuando un mexicano tiene poco tiempo recurre a comprar o preparar este alimento que, además de ser práctico, es nutritivo y sacia el hambre a niños y adultos a cualquier hora del día.

Para el taco no hay clases sociales, se consume tanto en colonias populares como en zonas más prestigiadas de las ciudades. Podemos encontrarlos en calles, restaurantes, cocinas, tianguis o bien prepararlo en casa.

Además de la infinita variedad de ingredientes que lleva en su interior, complementan al taco una salsa roja o verde hecha en molcajete, así como cilantro, nopales, queso, cebolla o unas rajas de chile habanero.

En México existe una diversidad de tacos que ya se degustan en otras naciones, sin embargo, al viajar por la República es posible conocer distintas formas de prepararlos, dependiendo de la región, las técnicas y las recetas propias de cada lugar.

Sin importar el tipo que sean, la protagonista de los tacos es la tortilla con algún ingrediente dentro, como se hacía en la época prehispánica cuando las mujeres mandaban comida para que los hombres, que trabajaban largas horas en el campo, pudieran calentarla y consumirla en medio de la jornada.

Los tacos al pastor se sitúan entre los favoritos de muchos mexicanos, ya que además de económicos se encuentran en cualquier parte del país y a todas horas del día. No es difícil saber dónde están porque al pasar cerca de ellos se percibe el olor que desprende el trompo, una estaca giratoria donde se coloca la carne adobada.

Este platillo con más de 50 años de tradición se desconoce su origen, sin embargo, México le dio su propio estilo y hoy en día se disfruta con el sabor agridulce de la piña, cebolla, una salsa roja o verde, cilantro y un toque de limón.

Los de suadero también son muy solicitados por los comensales. Este se ofrece con dos tortillas fritas y encima lleva la carne de res, y no puede faltar la verdura y el picante que le dan un toque especial.

También es común encontrar puestos o establecimientos donde se ofertan los tacos de cecina natural o enchilada, bictec, longaniza y chuleta, los cuales van acompañados del nutritivo nopal, cebollas y su salsa.

También llenan el estomago de cualquier persona los famosos tacos de guisado, que pueden ser de chicharrón en salsa verde, mole con pollo, papas con bistec, tinga, huevo cocido, rajas con crema, entre muchos más que van acompañados con arroz y frijoles.

Los de canasta también van incluidos en la dieta de los mexicanos. En bicicleta, los vendedores van por las calles con una cesta y un bote de salsa verde con trocitos de cebolla.

Bien acomodados y cubiertos con un plástico color azul van en la canasta para que se conserven calientes los de adobo, frijoles, papas y chicharrón. Son muy accesibles para el bolsillo de cualquier persona, pues su costo en promedio es de cinco pesos cada uno.

De porcino son los tacos de carnitas cocinados con su misma grasa. En un caso de fierro se ponen a hervir las diferentes piezas y son retiradas hasta que los maestros de este oficio determinan que ya está en su punto para ofrecerlos al cliente.

Este taco tiene gran variedad, pues en la preparación no se desperdicia ni una parte del puerco. Dependiendo del gusto se puede pedir de maciza, costilla, cueritos, buche, lengua, riñón, chamorro o bien uno de surtida para saborear un poco de todo.

De esta misma especie animal también se preparan los tacos placeros, que por ser muy prácticos se pueden consumir “en donde te agarre el hambre”. Para prepararlos sólo hay que comprar chicharrón, queso, aguacate, p0áalo y la deliciosa salsa que le pone el sabor.

Los estados de México, Hidalgo, Tlaxcala y Puebla son los que más producen la barbacoa de borrego o chivo que también se disfruta en un delicioso taco, acompañado del caldo que se obtiene de la cocción de este alimento, es decir, el consomé.

Con una técnica ancestral la carne se cocina envuelta en las pencas del maguey y enterrada en un hoyo de tierra a un metro de profundidad, y después de ocho horas se saca para que pueda ser disfrutada al estilo mexicano, en un taco.

Los de cabeza también son un platillo importante en la gastronomía mexicana y para que no pierda su exquisito sabor se tiene que consumir en el instante en que los preparan, de lo contrario “ya no sabe igual”.

La carne se cocina hervida o al vapor y se utilizan los diferentes tipos de carne de la cabeza de la res o del borrego como la lengua, cachete, ojos, oreja, sesos , maciza, entre otros.

Rellenos de carne de pollo o res, frijoles, queso o salchicha, los tacos dorados o flautas forman parte de la dieta de los mexicanos. Elaborarlos es muy fácil, sólo se colocan los ingredientes en la tortilla, se dobla y se introduce en suficiente aceite hasta que tomen una consistencia firme.

Posteriormente, se sirven en un plato y se decoran con los colores mexicanos: el verde, en la salsa y la lechuga; el blanco, en el queso y la crema; y el rojo, en el jitomate. En algunos estado de la República se acostumbre a sumergirlos en caldo o en salsas verde o roja, sin importar cómo los preparen todos son deliciosos.

Originaria de Yucatán, la cochinita pibil es la carne de cerdo que se adoba en achiote, jugo de naranja, sal, pimienta, cominos; se envuelven en hojas de plátano para posteriormente cocerse a fuego en un horno de tierra.

Una vez cocida se toma una tortilla y se coloca la cochinita para degustarse con cebolla morada y una salsa de chile habanero.

Las formas de preparar un taco no tienen límites. Sin importar cómo se haga, este platillo es mexicano y ha traspasado fronteras, siendo un ícono de la gastronomía nacional.

Por Iván Santiago Marcelo para Notimex.

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Un mezcal que pe…jea

Un mezcal ha decidido ser voz e ir en contra del presidente de Estados Unidos, Donald Trump en varios espectaculares (como en redes sociales pudimos apreciarlo) y lo hace así:
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Con playeras, anuncios y más nos muestran su posición ante trump.
 
Ilegal es un mezcal hecho en Oaxaca por una pequeña familia dueños de la destilería tradicional con prácticas sustentables.

Ahora sólo nos falta probar este mezcal.

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Quesadilla: La eterna pelea entre Defeños y otros estados.

Llámese como provincia todo lugar fuera de la Ciudad de México. Y no, no es despectivo. Aclarado esto empecemos:

¿Qué es una quesadilla? De acuerdo a la Real Academia de la Lengua (Que en redes sociales no le hacemos mucho caso, pero para peleas de quesadillas y quesos, sí), en México, una quesadilla es Tortilla de maíz rellena de queso u otros ingredientes que se come caliente: la aclaración de “u otros ingredientes” sigue siendo un debate.

E incluso puede ser reciente: la apertura de plática por redes sociales, bromas y memes, la violencia en los estados que generó migración al Distrito Federal (ahora Ciudad de México) hizo que en los últimos 10 años se empezara a hablar de la quesadilla con queso.

Para la generación que ahora estamos en los veinte –no puede ser ya casi tengo treinta– en adelante que hemos crecido en la ciudad de México, es usual que la quesadilla de flor de calabaza sea con queso,  champiñón con queso y  rajas con queso, al contrario que otros guisos a los cuales no solemos agregar el queso -como en algunos casos el chicharrón, las papas con chorizo y la tinga-.

Las maneras de prepararlas son variables:  “al comal” (poca grasa y en comales sobre anafres) o fritas (se cierra la masa y se mete al aceite o manteca caliente).

En casa o el norte, son comunes las quesadillas hechas con tortillas de harina y queso –y muchas veces acompañadas con guacamole-. Fuera de esos lugares, suelen ser de maíz.

En Puebla existen los “molotes”, una variante de quesadillas, todas son con queso y parecen una combinación de tamal con taco frito que va bañado en salsa con queso y crema.

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Molotes.

Los rellenos son variados y van de acuerdo a los guisos: chicharrón prensado, picadillo, flor de calabaza, champiñones con epazote, tinga de res o de pollo, huitlacoche y más, entre los cuales, puede quedar sólo de queso.

-Entonces ¿Un taco de bistec con queso es quesadilla?-

En algunas partes del país, la quesadilla es como los molotes: antes de servirse se agregan más ingredientes: lechuga, queso (normalmente canasto o panela), salsa (roja, verde, guacamole, de molcajete, licuada, entre otras variaciones) o chiles; crema, col, cebolla –fresca/cruda o en escabeche-, y más opciones que van cambiando de acuerdo a la preparación y al Estado.

¿Tras todo eso, realmente peleamos qué es una quesadilla con queso y no a diferenciarlas por la manera de preparación –frita o asada-, lo que lleva sobre sí y cómo comerla?

Algunos afirman que el nombre de quesadilla viene de “queso”, por lo cual es obvio y referente que debe llevar queso en cada una de sus presentaciones “o de otra manera sólo es un taco de guiso”.

Para otros, el guisado de la quesadilla, es independiente del queso, ya sea por la intolerancia a los lácteos o para evitar la combinación de chicharrón con queso.

¿Estará de más hacer la aclaración “con queso” o “sin queso”?

-Esas son tonterías que los chilangos inventaron para lastimar al idioma: la quesadilla lleva queso-.

¿Es reciente hablar de que el queso no es el único ingrediente que va dentro de estas delicias?
La realidad es que sí. ¿Hace cuánto existe el taco y la quesadilla?

De acuerdo a la definición de la página Delicias prehispánicas, explica esto:

En Náhuatl, tortilla es tlaxcalli y en este mismo idioma no existe la letra D (no es real la palabra “quetzaditzin”; es falso).
Las palabras terminadas con –Illa son diminutivos y de origen novohispano.
¿La palabra quesadilla es entonces un diminutivo de queso?

Nahuatl.
De acuerdo con diccionarios en línea de Náhuatl a Español (como Aulex y náhuatl.org)
Tlaxkalpocholi es quesadilla.

Y no, no existe el término “Quetzaditzin”. Aunque aclaremos que el queso no llegó hasta después de la conquista.

No ser pragmático, la cocina no es ciencia exacta.

Edmundo Escamilla es un historiador gastronómico y uno de los promotores de la cocina mexicana más importante que hay en la actualidad y en el 2008 abrió junto con Yuri de Gortari la Escuela de Gastronomía Mexicana en la Colonia Roma.

Edmundoescamilla

Katamaniacos: Y entonces ¿Cuándo inició el debate?
Edmundo Escamilla: No es debate es costumbre.
No hay anda registrado al respecto…
Es como decir ¿Quien inventó las tostadas? Pues una señora con 10 hijos, pobre, que sólo tenía tortillas duras, un jitomate, frijoles, pollo: hizo ese platillo, así surgen.
Quien inventó una tortilla en patatas, lo mismo, una señora en España con dos huevos y una patata: así se va creando.

Él nos explica que su investigación la basa en la literatura costumbrista (como las 98 citas gastronómicas que nos comenta, tiene registradas de los Bandidos de Río Frio), donde las referencias y los detalles existían y se ubicaban en lugares reales: en Altamirano, La Marquesa de Calderón de la Barca, Guillermo Prieto no hay una referencia de taco, por ejemplo.

Edmundo comenta que sólo ha encontrado la palabra taco en la novela Astucia (Luis g. Inclán, 1865).

Los costumbristas del Siglo XIX hacen referencia de todos los detalles: existían y ubicaban en lugares reales: No existe la palabra quesadilla, la palabra taco en el siglo XIX.

¿En qué momento las quesadillas son de queso o no son de queso?
Es muy del DF y del Estado de México, en provincia le llamamos empanadas, es diferente.
Pero en provincia una quesadilla debe llevar queso. En Veracruz se llaman empanadas cuando no llevan queso, comentó Edmundo.

Aunque bien dicen que hay mejores cosas por las cuales pelear (como la pizza con piña cuando hay gente que le pone cátsup a todo… o en México que usamos el limón hasta para las bisagras).

Katamaniacos: La diferencia entre quesadilla y taco
Edmundo Escamilla: Una quesadilla siempre va doblada. Puede ser frita o al comal.
El taco lo agarras como taco: ahora, taco es una forma de comer porque cualquier cosa puede ser taco: no tiene que ser dorado, para nada.

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La quesadilla es casi siempre una tortilla más grande. Y no lleva la forma de media luna.
El taco si te lo pueden dar de media luna, pero te lo comes como taco.
Son muy distintas.
En el Siglo XIX no aparece la palabra taco ni quesadilla.
Tendrá 60 años… a no ser que estudiando la novela revolucionaria encontramos la palabra quesadilla.
Leer la novela revolucionaria y que diera la descripción de que no viniera “queso”.
¿En qué momento a alguien pidió una quesadilla sin queso porque no le gustaba? No lo sabemos.

Que en los años 40 una quesadillería –por crónicas, no me tocó a mi, aclaró Edmundo- en la colonia Roma, en la calle Jalapa, se llamaba Janitzio. No sé si eran Michoacán o porque se llamaba así y te vendían quesadillas con flor de calabaza, cualquier relleno, pero siempre llevaban queso. Chorizo con papas y queso, de pollo con queso: en esa quesadillería siempre llevaban queso.
¿En qué momento las quesadillas en el DF dejan de tener queso?
No, no se sabe.
Aquí, en Coahuila hay una señora que vienen del estado de México, hace 50 años, desde el 65, ella ya sirve quesadillas de rajas, de flor de calabaza… sin queso, ya hace 50 años… yo no sé si alguien le dijo ”yo quiero una de guiso pero sin queso”.
A mi también deme una así, sin queso.
Y se le fue llamando quesadilla.

Los tacos y las quesadillas son algo realmente reciente: no existían antes y en la época prehispánica ¡no había queso! ¡Ni existía aquí!

Si somos un poco más consientes, el idioma es donde se usa y como se usa, así como la gastronomía:
No podemos llamar concha (una pieza de pan mexicano que va con costra de azúcar) en países como Argentina o Perú.
Si pedimos limón en otro país, nos darán un limón amarillo.
El ananá es una piña; a la frutilla nosotros la llamamos fresa.

E incluso entre el país y todas las diferencias de idiomas o de preparación que tenemos y la amplitud gastronómica es tal, que no podríamos encerrar los platillos porque se preparan de una u otra manera, pensando que tendríamos que pelear todos los moles, todos los tamales. Enfoquémonos en algo más importante: ¿Por qué los chilangos ponemos todo en bolillo? (Es broma, no se espanten).

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