Cuando el vino ya no es amigo.

Y no es que el vino nos desconozca y se haga nuestro enemigo, sino que nosotros no sabemos como controlarlo.

Por eso te dejamos aquí una lista de cosas que puedes evitar para no caer en el abuso del vino:

Evita tomar herido, lastimado, ardido, enojado, triste, sentido, entre otros mejor aléjate del vino. Muchas veces el vino no nos da el consuelo que queremos o necesitamos y sí saca lo que no queremos mostrar. A veces es inevitable sacar el dolor que traemos… Pero toma en cuenta que ni tus amigos ni la gente alrededor merece el show. Ni tu ex pareja o el jefe debe enterarse por mensaje a las 3 de la mañana.

Toma agua entre cada copa. Si sabes que la noche es larga, trata de tomar unos tragos de agua entre cada copa de vino. Esto te ayudará a reposar un poco y a no tomar tan rápido ni tanto. En verdad es una gran ventaja cuando sabes que la plática se extiende.

Los aperitivos: Que sean pocos. No muy salados, pues te dará más sed (y si ya tienes la botella de vino a lado y lo prefieres más… sabemos como acaba esa historia). Evita también los dulces, no serán muy buenos amigos ni compañía si lo que no quieres es sentir la cabeza más arriba. Prefiere algo fuerte y graso, que te de volumen en el estómago: Unas carnes frías, un queso; incluso una pasta te ayudará.

Piensa en chapatas, pizzas y otros complementos deliciosos.

La compañía. Si sabes que siempre que sales con esos amigos, algo sale mal, evita ir con ellos en el momento del vino.

No es que los alejes o los quites de tu vida, pero modérate si quieres evitar el mal momento, ya sea con un café, con más agua o los otros consejos. Así no tendrás problemas ni descuidos.

En pocas palabras: “Si ya saben como me pongo, para qué me invitan”.