(y no encuentras en los libros).
La amplia gastronomía mexicana se vive todos los días; a veces sin darnos cuenta de lo importante (o deliciosa que es); sin embargo siempre hablamos de los grandes restaurantes de México: Millesimé y los máximos eventos de la agstronomía mexicana. Restaurantes que son famosos a nivel internacional y la alta cocina. En algunos casos, no es necesario ir tan lejos: la esquina de nuestra casa tiene suficiente de la gran comida de nuestro país (que es patrimonio de la Humanidad; no cualquier cosa).
Aquí un pequeño listado de comidas que podemos encontraren todos lados parte de la dieta mexicana.
Elotes preparados.
¿Han preguntado de donde vienen? ¿Qué lógica tienen?
Es un elote (o los granos del elote) hervido, que lleva mayonesa, queso y chile. En algunos casos, limón.
Es delicioso y hay algunas combinaciones más extrañas en otros lados; es más tienes puestos identificados y puede que hasta tu top 10 de donde comprarlos (como el mercado de Jamaica o en Polanco). O eliges los asados (que sólo llevan sal, limón y chile).
Dorilocos.
Otra obra de la gastronomía callejera. La primera ocasión que los vinos fue en los Festivales Cervantinos, por ahí del 2011. Y dos años después llegaron a todo México.
Son doritos (o nachos en otro caso) con cueritos, jícama, zanahoria, pepino, cacahuates, limón, chile piquín, salsa picante (tipo valentina u otra), definitivamente una bomba para el estómago. Pero que bien sabe cuando ya se están deshaciendo.
Y lo más seguro es que reíste horas con este video.
Todo lleva limón.
Todo lleva limón. Y si no le ponemos. O lo inventamos con limón. O duplicamos el limón. El limón lleva limón (En otros países le conocen como “lima”).
Pan mexicano.
De lo más dulce de nuestra comida. En algunos casos tomamos los panes de otros lados y les cambiamos el nombre y la receta: Los crosaints son cuernitos o medias lunas y pueden ser rellenos de chocolate o cajeta (dulce de leche).
Las conchas, chilindrinas, ojo de buey, el mantecado, panqué chino, orejas o cocol no le pierden nada a panes franceses u de otro lado del mundo.
Y claro, dependiendo el pueblo al que vayas, encontrarás más variantes de pan (como las coloradas de Puebla o el pan de queso de Peña de Bernal).
El pozole, el menudo y los chilaquiles como aniquiladores de cruda.
Mito o realidad, pero godinez que se respeta lleva chilaquiles el viernes chilaquiles para curar la desmañanada del último día de la semana. O los domingos de barbacoa, pozole y el menudo, por la misma razón. Son una delicia para el paladar; mejor disfrutarlos en la comodidad de la sobriedad, pero para algunos eso es parte de la vida.
Tacos.
Sabes qué estos no son tacos e incluso te sientes ofendido al ver esto:
La tortilla como un grupo alimenticio que acompaña todas las comidas: hacemos tacos de longaniza, bistec, guisados como el chicharrón en salsa verde o roja, barbacoa, los doramos, los hacemos más grandes, más chicos y adaptamos recetas para poder hacer tacos. Y si no, aunque sea un taco de crema y sal.
Las tortas siempre caen bien.
Cena, desayuno o comida sirven. Y pueden llevar de todo.
Y por “de todo” nos referimos a “de todo”. Todo. Y son de varias cosas: mole, milanesa, pierna (en sus muchas presentaciones), huevo y más.
El caldo lo cura todo.
Todo. El mal de amores, la locura, el malestar estomacal. Es milagroso. Hacemos caldito de pollo como un remedio mágico y sirve: nos alimenta el corazón y el estómago. ¿El perro se enfermó? Caldo de pollo (no lo hagan a menos que el médico les diga y como hacerlo, por favor). O cualquier otro caldo: frío, calor, enfermedad, salud.
Para todo mal, un mezcal.
Y para todo bien, también, con sal de gusano de maguey y limón.
La salsa.
Tenemos dos tipos de salsa: la que pica y la que no pica.
Los tacos placeros.
Que cosa más deliciosa: debe tener un gran esmero para hacerlos: chicharrón en una tortilla con aguacate, pico de gallo, salsa, limón y queso. Y a comer. Rinde, rinde y rinde. No lo venden en la calle pero es la mejor cuando necesitas algo barato y muchas personas por alimentar.
(En esta película hay una escena deliciosa donde podemos ver la detallada preparación de un taco placero).
Frijoles y arroz siempre.
Incluso en algunos lugares parece obligación: frijoles y arroz: aunque sea de lata, pero aunque no tengamos más comida, hay frijoles y arroz listos por las visitas o las botanas (como unos nachos gratinados con frijoles). Y a veces los combinamos.