Evitar “lastimar” a nuestro vino.
La respuesta es oxígeno: Pese a que en un principio nos ayuda a abrir un vino y liberar sus sabores; sin embargo, demasiada exposición hace que el vino pierda cualidades. Literalmente, lo que en un principio es bueno, se lo lleva el viento.
Y no importa si el vino es tinto o es blanco, a ambos les afecta y de acuerdo a la maduración de este se verá en mayor o menor afectación.
Si vas a tomar una copa de vino de una botella en el lapso de varios días, es necesario asegurarse que el vino no se va a exponer a oxigeno o siquiera hacerlo por la menor cantidad posible: usar una bomba de oxígeno, servir rápido, evitar que el oxigeno entre más en el vino.