Esas reglas que debemos seguir cuando tenemos un servicio.
Ya tenemos la botella de vino/ vemos la copa en nuestra mesa y la vamos a disfrutar… ¿Cómo saber que el vino que vamos a probar está bien y no habrá ningún problema?
Un gran detalle: si tu vino está en mal estado, puedes devolverlo a tu mesero explicando las razones por las cuales el vino no está bien.
Ojo, aquí no aplica regresar después de dos copas de vino (a los primero sorbos lo vamos a saber) o que vaya en contra del mismo vino (si sentimos mucha acidez, puede que no sea defecto, sino que así sea el vino –eso lo sabemos de acuerdo a la cepa, al vino por si y a la región). En la actualidad contamos con la gran ayuda de Smartphones e internet, donde podremos saber si el vino que pedimos es lo que nos están dando.
Corcho.
Vamos a oler el corcho. Esto sólo nos va a decir si el vino está en buen estado (mentira que ahí veremos su calidad), si vemos que huele a moho, humedad o tierra, es probable que el vino no se encuentre en buen estado.
Sedimentos.
Es normal encontrarlos, por lo cual es preferible pedir, en caso de que sea necesario, que nos decanten el vino. Algunos vinos, por mucha sedimentación que tenga, nos recomendarán no hacerlo. En caso de que el sommelier lo diga, es mejor hacer caso.
La temperatura.
Ya sabemos más o menos cuál va a ser la temperatura que debe tener un vino, si es blanco, alrededor de los 8, 10 grados, si es tinto, con 16 grados. Sí, no llevamos termómetro con nosotros, pero sabremos que un vino muy frio, lo que están haciendo es tapar defectos; los vinos blancos, por lo general se sirven más fríos.
Las copas.
Muchos restaurantes que venden vino tienen las copas correctas para cada tipo de vino, eso ya nos quita una preocupación; también debemos ver que no estén calientes. Nos ha pasado que en algunos restaurantes teniendo las copas en la cocina, salen calientes y nuestro vino rompe su temperatura (después de cuidar su temperatura en refrigeradores especiales, terminamos con el problema llamado “mi vino está caliente”).
El tipo de vino.
Si ya sabes que es un vino tempranillo de Ribera del Duero, es obvio que va a ser mucho más potente que un Mexicano joven sin barrica. Tengamos eso en cuenta al momento de pedir el vino: Cómo lo queremos y tengamos el cuidado de pedirlo o tendremos el gran problema de terminar con un vino que no queremos.
No presumas.
¿A qué nos referimos con eso? No pidas un vino sólo para verte muy conocedor de vino. Puede que ni te guste y con quien vayas, tampoco. Mejor disfruta de lo que conoces y te gusta, así como las recomendaciones que van contigo.