Tener un buen momento de gastronomía depende más de ti que de un presupuesto. La cuestión es poner atención a los detalles. Por ejemplo, tener en cuenta las cantidades, un poco más de tiempo y algo de amor.
Esa es la verdadera receta para algo bien hecho.
Claro, no vamos a hacer la comparación de la alta gastronomía con lo que podemos manejar en nuestro hogar.
No es lo mismo crear este tipo de comida, con aparatos y herramientas de alta gama, que con lo que contamos en casa (que igual nos fascina ver estos videos y se nos antoja mucho lo que se está creando).
Pero podemos poner un mayor cuidado en lo que estamos creando; es necesario dar mayor tiempo a lo que hacemos: cuidar las cantidades que vamos a meter a nuestras recetas: más o menos sal, más o menos pimienta; mayor cantidad de especias o cuidar más la cantidad de aceite.
Dar el tiempo que la comida merece: vamos a respetar un buen trozo de carne –que no debe ir bien cocido, pues se reseca-; si nos damos cuenta, la gran comida es lo que se da, el tiempo de cocción necesario. Ni más ni menos.
Piensen en todo lo delicioso que han comido: desde un elote hervido en la calle hasta una parrillada; una quesadilla o una empanada. Imagina ahora que no está bien cocido –ya sea quemado por exceso o quedó crudo por falta-. ¿No es lo mismo, verdad?
Hay muchas personas que se niegan a cocinar y por la vida, tienen que hacerlo. Es una oportunidad de pensar en un poco más de orégano y algo de mantequilla, en que 5 minutos más van a permitir que esa pasta tenga mejor sabor y que con un buen pensamiento, en verdad va a saber mejor.