En 2015, una botella de vino de cada cinco que se vendieron en el mundo fue producida en Italia, que exportó por 5,400 millones de euros, con un aumento del 575% en los últimos treinta años, según un estudio publicado este miércoles.
Italia se convirtió en 2015 en el primer productor mundial por delante de Francia, había anunciado en octubre la Organización Internacional del Vino (OIV), precisando que la producción había aumentado en 10% durante el año, con un volumen total de 48,9 millones de hectolitros, en tanto Francia registró 47.3 millones.
Según un informe presentado en Roma por la Coldiretti, la principal confederación italiana de agricultores, actualmente Italia es el mayor exportador de vinos del mundo.
“Treinta años después del escándalo del ‘vino de metanol (alcohol metílico, barato y fácil de obtener pero que es tóxico para el ser humano)'”, que en 1986 provocó el envenenamiento de decenas de personas que ingirieron un vino de mesa adulterado, lo que afectó a la imagen del conjunto de los vinos italianos, tintos, blancos, rosados y espumantes “made in Italy” hicieron luego su propia revolución: “ganaron en calidad”, gracias en un principio al descenso de la producción y a un aumento de los controles, hasta conquistar el mercado mundial, se congratula Coldiretti.
Este salto en cuanto a calidad se vio acompañado de un aumento de las denominaciones de origen: el 66% de las botellas vendidas en el exterior están “clasificadas”, como DOG/DOC (denominación de origen garantizada/controlada) o IGT (indicación geográfica típica). Así, Italia también se convirtió en el primer país de Europa por la cantidad de vinos “clasificados” (73 DOCG, 332 DOC y 118 IGT).
El mayor consumidor de vino italiano es Estados Unidos, que importó caldos por un monto de 1.300 millones de euros (+13% respecto a 2014), superando así a Alemania, segundo, y Reino Unido, tercero.
China, por su parte, que importó vinos italianos por un monto de 80 millones de euros (+18% respecto a 2014), es un mercado en plena expansión, en tanto Japón se mantiene en los mismos niveles (+2% con relación a 2014).
Entre las denominaciones de vinos italianos de moda en el mundo, destacan el Chianti, el Brunello di Montalcino, el Pinot grigio, el Barolo y el Prosecco, cuyo éxito le ha permitido superar al Champagne en volumen de exportaciones.
Vía Mundo 52.