La eterna –y falsa- pelea del vino con la cerveza viene de una pregunta ¿cuál es mejor? Cuando realmente lo importante es ¿Cuál te gusta más?
Tenemos la idea de que te puedes emborrachar más con el vino y por lo mismo, te duele la cabeza
No es que se suba más el vino, es que tiene una cantidad mayor de alcohol.
La cerveza ronda los 4 a 8 grados de alcohol (y si, algunas hasta los 14, pero seamos honestos, son las menos; la gran mayoría son de esa cantidad). El vino, por su lado, se encuentra entre los 9 a 14 grados (si tienen más alcohol son vinos fortificados, y lo mismo, no son los más consumidos).
Si te duele la cabeza con el vino, pueden ser los taninos; intenta otros vinos, sobre todo los blancos o rosados (que son de cantidad menor o nula de taninos); otra razón pueden ser los sulfitos, en cuyo caso es mejor dejar de intentar con esta bebida, pues casi todos los vinos tienen como conservados (y aunque es una cantidad muy mínima, puede ser la razón detrás de las jaquecas con vino).
En cantidad, un poco más de medio litro (el equivalente a una pinta), puede tener la misma cantidad de alcohol en gramos que una copa de vino.
¿Es mejor la cerveza qué el vino, entonces?
No, son diferentes. Nada tiene que ver el hecho de tu gusto en que sea uno mejor que el otro. Las opciones son ilimitadas en ambos lados.
La razón del “empanzonado”.
La cerveza da ese efecto en el estómago es por el gas que contiene; sin embargo, lo que pueden hacer en todo caso, es servir la cerveza para evitar este efecto.