¿Qué son y qué las hace tan diferentes?
Los fermentados son producto de un proceso de “fermentación”; sí, suena reiterativo, pero así se llama. Durante este proceso dejaremos que la levadura pueda transformar el azúcar que contiene en alcohol.
Esto pasa con bebidas como la cerveza y el vino, que tienen vides (uvas), cebada, trigo u otras de maíz, arroz y otras frutas.
De hecho las fermentadas tienen una graduación alcohólica mucho menor: no pasan de los 20º; en cambio los destilados pueden ir a diferentes niveles.
Por su parte, las bebidas destiladas son las que tras una fermentación, entran en un proceso de concentración del alcohol conocida con el mismo nombre: se hace una evaporación y otras materias que tiene la fermentación y se somete a un proceso de guarda y cuidado.
Así obtenemos el Ron, Whisky, vodka, ginebra y otros aguardientes.
A la primera destilación se le conoce como “cabeza”; que tendrá una menor calidad que las consecuentes. La ultima de ellas se llamara “cola”.