Como sabemos -o no-, la copa sólo debe llenarse a una capacidad. A muchos no les importa y la llenan a tope; la realidad es que esto tiene una razón de ser: la temperatura.
A menos que se tomen rapidísimo la copa -lo cual es lo menos recomendable-, la copa cambiará su temperatura de servicio ideal; es por ello, que no debe servirse ni muy llena ni muy vacía -Ajá, eso no pasa-.
Les dejamos aquí donde mejor se debe acomodar el vino.