Los alemanes unen el yoga y la cerveza.

Hoy, los alemanes ocupan el tercer puesto (detrás de República Checa y Austria) de los países que más consumen cerveza, con un promedio de 106,1 litros per cápita. Además de ser el hogar del ya tradicional y popular Oktoberfest celebrado en Múnich desde el lejano 1810 (sí, nuestra patria nacía y éstos ñatos ya celebraban la cerveza). Un festival que tiene una duración de 16 a 18 días y recibe a más de seis millones de visitantes por año. En síntesis, se podría decir que los alemanes y la cerveza tienen una relación “casi simbiótica”.

Sabiendo esta historia, no es de extrañar entonces que los alemanes inventen la forma de combinar el fitness con la cerveza. Y de esa inusual unión nació el “Yoga Beer”, que mezcla la tradicional yoga con la tan apreciada cerveza, una práctica que crece en la capital alemana, Berlín.

La idea, según asegura su creador, una instructora de yoga llamada Jhula, busca hacer “más divertidos los entrenamientos” incluyendo a las botellas de cerveza en las asanas de la yoga. “Los participantes pueden hacer uso de las botellas en la forma que deseen, sostiéndola en sus manos, haciendo equilibrio sobre sus cabezas, o incluso tomando un trago entre postura y postura”, agrega Jhula.

Según cuenta el sitio alemán Exberliner, algunos de los estudiantes que se han entregado a beber cerveza durante la clase de yoga dicen que es divertido al principio, pero se hace muy difícil después de la segunda o tercera botella. Sin embargo, eso no impide a las personas asistir a estas clases, que a menudo se describen como muy divertidas e interesantes. Por supuesto, el yoga y la cerveza no van de la mano, pero según cuenta Jhula: “sabía que había un montón de personas que amaban tanto el yoga como beber cerveza, por lo que la combinación de ambos tenía cierto sentido”.

Jhula, que dicta sus clases de yoga con cerveza en un bar de Berlín, admite que muchos de los participantes no son regulares, pero los rastreadores de pubs extraños están más preocupados por el consumo de la cerveza que por la práctica de yoga. Pero ella está bien con eso, ya que las clases son más para divertirse que para dominar el arte de las poses. Las mujeres embarazadas también están invitados a participar en las sesiones, pero se les aconseja que disfruten de la cerveza sin alcohol.

Los expertos en salud no están convencidos de esta nueva práctica

Las clases de yoga con cerveza pueden estar ganando adeptos entre los jóvenes de Berlín, pero los expertos en salud no están de acuerdo, argumentando que la mezcla de alcohol y ejercicio es una muy mala idea. “El alcohol nubla la percepción, dificulta el control muscular, afecta el equilibrio y restringe la resistencia,” dijo el Dr. Ingo Froboese, de la Escuela Sporting alemana de Colonia.

También añadió que el alcohol podría restringir la fase de recuperación de las personas, y que deberían atenerse al agua potable durante varias horas luego de una sesión de ejercicio. ¿Pero dónde está la diversión en eso?

Información de El Clarín.

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