La razón por la cual los cortes de carne maridan bien con el vino ¿la sabían? Si no, aquí les tenemos la respuesta.
Maridaje: es el casamiento (de ahí la palabra) de la comida, donde se unen y crean respuestas de sentidos dentro de la boca por esa combinación.
Estamos acostumbrados, en su mayoría a pensar que el vino y la carne van juntos y sobre todo el vino tinto potente a cortes de carne.
Los taninos del vino van a equilibrar en la boca la grasa: el vino tinto al tener el efecto de “lavar” la boca, nos permite disfrutar completamente la comida sin el sentido “grasoso” de la misma.
Un extra:
La idea de un vino también es que tenga la misma intensidad que el platillo que se acompaña: si usamos un vino muy ligero no podremos apreciarlo y entonces la comida será superior en la boca a lo que bebemos: parecerá agua.
Los platillos incluso se sirven en el mismo nivel que el vino: de lo más ligero a lo más marcado –por eso va ensalada, pasta y plato fuerte (por lo general)- lo que es equivalente a ir de vinos blancos a vinos tintos de gran cuerpo –volvemos, eso depende de lo que estén comiendo-.
Algunos ejemplos: