Los problemas de tomar vino… y usar lentes.

Una copa es más un arma cuando traes armazón.


1. Complicaciones al catar.
Siempre, pero siempre tendrás ese gran problema al pegar tu nariz a la copa: chocarán los lentes que tan acostumbrado estás a llevar.

2. Las manchas.
Si andas “rotando” tu copa cuando tomas, no faltará más de una vez que la copa manche con algunas gotitas traicioneras tus lentes de vino tinto o blanco… ¿Qué es esa incómoda cortina que se ve?

3. El destello
¿Ese destello es el vino que brilla o son tus lentes que el anti reflejante está fallando?

4. La ceguera en sí.
El incómodo momento en el cual crees que es mejor opción quitarte los lentes y… ¿Dónde quedó el queso?

5. La fatigosa línea de la comisura.
De arriba, abajo, mueve la copa… y lo incómodo de las gafas. Si tienen arillo, te molestará ver hacia arriba o hacia abajo.

6. El “no dejar el vino”.
Sin embargo, no importa y sigues disfrutando de tomar una buena copa de vino con los amigos.

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