En lo personal, me gusta jugar mucho con los diferentes maridajes que podemos obtener de las características particulares de un platillo.

La Cochinita Pibil siempre me dio mucha intriga ¿Con qué la podemos maridar? ¿Qué tipo de vino aportará aromas y sabores para llegar a un equilibrio en boca inolvidable?

Primero hay que analizarlo: es un platillo con buen contenido de grasa, acidez y dulzor que aporta la naranja; el gran protagonista “el achiote”: ¡un condimento divino! Y no nos podemos olvidar del habanero, sensación picante pero con un sabor único.

Comencé a buscar vinos blancos, pero quería algo nuevo olvidándonos de los varietales que consumimos constantemente, fue cuando llegué a Alemania, país con gran producción de vinos blancos que presentan una acidez pronunciada por sus climas fríos.

¡Gewürztraminer!

Aromas frutales de lichis, durazno maduro, florales de pétalos de rosa, violetas, especies de pimienta blanca, canela, muy perfumado, casi como las sales de baño; con un toque mineral que se acentúa dependiendo la región de cultivo.

Al combinar un vino tan aromático con una complejidad que atrapa en sus sensaciones y una acidez en boca suficiente para maridar perfectamente con las características de la cochinita pibil, obtenemos un equilibrio en los aromas y sabores fuera de lo común.

Seguro cuando lo prueben les va a sorprender como a mí.