A la duda, la gran respuesta.

Siempre pensamos en los vinos y la comida mexicana como uno de los más complicados maridajes. Seamos honestos: nuestra comida no está hecha para el vino,  pues nuestros platillos se hicieron para maridarse con lo que estamos acostumbrados a tomar en México .

Sí, tenemos cerveza, tequila, pulque y muchas otras bebidas que durante siglos han estado presentes en nuestra comida. Por ejemplo, la cochinita con agua de horchata y las tlayudas con mezcal; sin embargo, se puso de moda  hacer las combinaciones de comida mexicana con vinos: ya sean de la región de Guadalupe, Ensenada, Zacatecas, Aguascalientes o Querétaro o de otras partes del mundo(como España y sus denominaciones, Francia, chile, Argentina o Australia) y por ello queremos sugerirles algunas opciones para que puedan disfrutar un buen vino en nuestras mesas.

Aquí algunos ejemplos de maridajes mexicanos.

Pozole, vuelve a la vida, arroz blanco, sopa azteca con un Chardonnay.

Pescado empapelado, mole poblano, pavo relleno,  chilaquiles verdes con un semillón.

Enfrijoladas, calamares en su tinta con Pinot Noir.

Pambazos, barbacoa, albóndigas de res, cabrito y romeros con un barbera.

Enchiladas y machaca con un Petit Syrah.

Con información de Restaurantes de México.