Pizzas de masa azul, más que un negocio, una herramienta de empoderamiento

Los sabores tradicionales mexicanos, conjugados con la cocina italiana dan como resultado una pizza de masa azul, que además de degustar, contribuye al empoderamiento de las personas que han vivido en situación de calle.

“Pixza es una plataforma de empoderamiento social disfrazada de pizzería, nos dedicamos a la reinserción de chavos en un perfil de abandono social y familiar, rezago educativo, historial criminal y de dependencia de drogas”, explicó su propietario, Alejandro Souza.

Recordó que la idea nació hace cuatro años durante una estancia educativa en Estados Unidos, y que al extrañar la gastronomía mexicana, en específico los huaraches de maíz azul, comenzó a estudiar la forma de desarrollar masa para pizza con este ingrediente.

“Para mí siempre fue muy importante que cualquier proyecto que iniciara tuviera una causa social, un enfoque para la solución de una temática social y desde el inicio, Pixza nació como una empresa social”, resaltó.

Así, en su restaurante todo se vende por rebanadas y por cada cinco, una se destina a los chicos beneficiados de este programa en albergues, por lo que quienes lo visitan, con cada mordida que dan a sus pizza, impulsan un cambio.

Pero el programa va más allá, pues se les imparte un curso sobre Habilidades de Vida, basado en la psicología positiva, se les ofrece ayuda para darse un baño, un corte de pelo, una camiseta y un diagnóstico médico, lo que deriva en una oferta de empleo formal.

Una vez que trabajan en el restaurante, dijo, surgen para ellos nuevos retos referentes al establecimiento de un plan de vida personal y profesional, así como la definición de estrategias para llevarlo a cabo; ello, mediante el acompañamiento de un couch que los orienta.

Más adelante, cuando logran la vida independiente, se les ayuda económicamente para que puedan dejar el albergue y encontrar un espacio donde vivir y hacerse cargo de sí mismos; luego, les ofrecen cursos profesionales y prácticos para el desarrollo de mayores habilidades tanto para el trabajo, como para la vida.

“Hemos entregado cuatro mil 23 rebanadas, hemos graduado y empleado a 23 chavos, hemos entregado cerca de 38 horas de couching y logrado tres vidas independientes, o sea tres personas que ya abandonaron el albergue “, resaltó Souza.

El programa social que ofrece Pixza no podría ser posible sin la asistencia de los comensales quienes buscan conocer los sabores que la exótica y mexicana pizza tiene escondidos.

“La propuesta gastronómica es sumamente innovadora, es completamente única porque es la primera pizza de maíz azul del mundo y con ingredientes cien por ciento mexicanos”, destacó.

Y es que, además del maíz azul, lleva una base de salsa de tomates con chipotle y otros 14 ingredientes cien por ciento mexicanos, una mezcla de quesos oaxaca y manchego, con un guisado. La variedad es de 21 pizzas diferentes.

La carta también ofrece la cobertura de las necesidades culinarias de las personas al considerar un oferta vegana con pizzas de esquite, rajas con crema, flor de jamaica, ensalada de nopales con pico de gallo, espinacas con crema, setas con mantequilla y chile pasilla, flor de calabaza con huitlacoche y epazote.

Además, se ofrecen chapulines remojados en sal y limón, cochinita pibil, cecina enchilada, barbacoa de res, carne molida con zanahoria, chícharos y tomate, así como pollo en mole poblano, entre otras recetas que remontan a la comida tradicional mexicana.

Hay postres como strudel de manzana y pizza dulce, cuya base también es de masa de maíz azul con crema de avellana, fresa, chocolate blanco, malvaviscos y chantilly, así como cervezas artesanales de maíz azul, jengibre, chocolate con cacao, y aguas de jamaica con mezcal .

Entre las perspectivas de la firma en el futuro destacan la creación de un centro de capacitación para que las personas que vivieron en situación de calle se empleen no solo en Pixza, sino en la industria de alimentos.

“Es una empresa que si tiene fines de lucro pero que a su vez está solucionando una problemática social, entonces el modelo no depende de financiamiento externo, ni de una asociación civil o una fundación, el modelo de empresa social es algo que no se ve mucho y es algo que debería marcarse más como una prioridad empresarial”, opinó.

Por Mariangel Calderón (Notimex).

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