Si piensas en una copa de vino, alguna de estas posibles ideas asalta tu mente… ¿Para ti, cuál es la mejor?
Leer.
Un buen libro es la opción de un maridaje ocasional. Agarras una copa de tinto o blanco, una novela (larga o corta, dependiendo de lo que nos guste) y poder optar por la comodidad de un sofá mientras estamos degustando una copa.
Pro: nos ayuda con la imaginación.
Contra: Si nos metemos mucho en la lectura, el vino puede terminar como vinagre.
Música.
Seamos honestos, siempre tendremos la gran gracia de la música para acompañar todos y cada uno de nuestros momentos. Es por eso que una opción ideal es poder maridar una copa de vino con música: Jazz, rock, pop, hip hop, clásica o lo que gusten de acuerdo a tu humor.
Pro: bailas.
Contra: sólo si no sabes bailar.
En compañía.
Piensas en que quieres una copa de vino, mandas un mensaje a tu amigo, le preguntas “¿qué te parece si….?” y la respuesta es “¡Acepto!”. Se van a la casa de alguno o un bar y disfrutan de una copa de vino para esa tarde. ¿Qué mejor para una copa de vino?
Pro: Las conversaciones y las amistades van bien con vino.
Contra: A veces tan bien que se te olvida que al día siguiente vas a trabajar.
Con comida.
Una sopa, una ensalada, un corte de carne; algo de pasta o quizá un bocadillo o baguette. Tapas, tal vez pizza. Nachos o alitas. Un flan o un pastel. Todo y todos van bien con vino.
Pro: Comida y vino… ¿Hay contra?