Mucho se ha discutido de estos vinos, pero ¿realmente los vamos a dejar pasar?
El problema es que generalizamos: pensamos que por tener buenos vinos, estos están fuera de nuestra liga. ¿Realmente?
La opción que podemos usar para estos vinos es hacer mezclas.
Sí, sí, muchos dicen ¡Qué espanto! Pero ¿lo es?
En otros países más acostumbrados a vino no ven ni mal la opción. Lo toman y ya.
Calimotxo, Tinto de verano, mimosas y más son una posibilidad a una tarde.
¿Pero qué vino vamos a usar?
Por lógica, no podemos irnos por esos grandes vinos, ni buenas añadas, ni lo mejor que tengamos.
¿Cómo nos atreveríamos a mezclar un Único con refresco de cola?
Por supuesto no pondremos un Petrus con refresco de limón o le pondremos fruta a un Grand Cru.
La recomendación es que existen vinos baratos: algunos que vienen en tetrapack (cartón) o botellas pero son de un precio accesible.
¿Echar a perder un vino?
No, lo vamos a combinar, a cambiar. Y no tiene nada de malo comprar estos vinos, al contrario que algunos llegan a pensar. Es sólo una opción para hacer una prueba.