Existe en el mundo del vino, un pequeño instrumento que nos permite revisar si nuestro vino será bueno para evolucionar o no.
Eso se llama “la llave del vino”: una pequeña clave que permite al consumidor hacer un aproximado de cómo será su vino si lo pone en guarda.
Funciona así: Meter en la copa con una cantidad de vino normal, durante segundos: cada segundo va a ser similar a un año.
Esto sirve perfectamente como un indicativo (no del todo real, pero sí nos da un parámetro aproximado) si vale la pena o no guardar el vino.
¿Sabes si guardar el vino? ¿Es una inversión que debe irse a largo plazo o mejor lo vas descorchando?
Este aproximado puede ayudarte incluso, a mejorar el vino que al momento estás tomando: si los taninos son muy verdes o ásperos, esto puede hacerlos más aterciopelados al momento de tomar.
Y no, no es lo más ortodoxo, se usa más para “envejecer” el vino: Sirve principalmente en grandes cavas donde los vinos son para guardarlos mucho tiempo y si se hace una inversión en vinos, puedes saber cual es el mejor momento de consumo.
Su nombre original es “Clef Du vin”, significa “clave o llave de vino”.
Recomendamos usar cronómetro para exactitud.
Funciona en vinos tintos.