La primera impresión es muy importante, un dicho que cobra gran importancia con el vino. Una mala experiencia al catarlo por primera vez puede condicionarle para siempre. El problema está cuando esa cata viene por una falta de información básica.
Para ello, el magazine de BODEBOCA ha publicado una guía práctica con recomendaciones que debería tener en consideración a la hora de comprar un vino, para escoger bien y no equivocarse, y sobre todo, para poder disfrutarlo, una de las finalidades del buen vino.
1. Los blancos ¿sólo del año?
Esta generalización tuvo su origen en los 80’s. Se sacaban a la venta cada vez más temprano consumiéndose en el año. Sin embargo, están pensados para disfrutarlos a partir de su segundo año de vida, incluso esperar más años para que puedan evolucionar.
2. Si el vino tiene pozos (sedimentos) ¿le pasa algo malo?
Estos vinos no tienen ningún problema, suelen ser elaborados y preparados con poca intervención, sin filtrar, estabilizar o clarificar. Se recomienda decantarlo, o tener cuidado para que en la última copa no se vuelque lo que queda en la botella.
3. Los vinos ¿siempre a temperatura ambiente?
Si se sirve frío puede llegar a pasar desapercibido, ya que no se aprecia bien su nariz y sus matices. Por otro lado, si se deja atemperar demasiado, muestra el alcohol de manera más evidente. Por ello, lo adecuado es servir los tintos entre 14º y 16ºC, y los blancos entre 7º y 9ºC.
4. El tapón de rosca ¿sinónimo de vino barato?
Solemos caer en el error de achacarlo a un vino de bajo nivel, pero ni mucho menos. La rosa, simplemente, es una opción para muchas bodegas. Incluso, podemos encontrarnos grandes vinos, sobre todo blancos alemanes, australianos o neozelandeses con dicho tapón.
5. Los Reserva ¿son siempre los mejores?
Pensamos que son sinónimo de buen vino. Sin embargo, Crianza, Reserva o Gran Reserva hace referencia al tiempo de crianza, no a la calidad de ellos.
Los Crianza aportan más fruta y una boca potente, mientras que los Reserva son más aromáticos terciarios (cueros, tabacos, ahumados) y suelen ser más largos en boca. Se trata de una cuestión de gustos.
6. Botellas ¿de pie o acostadas?
Se recomienda en horizontal si tienen corxho, ya que se conservan mejor. La razón es simple, el corcho necesita humedad para permanecer expandido y evitar el paso del oxígeno al interior de la botella. Sólo hay una excepción, cuando son espumosos es mejor guardarlos en pie para que con la presión y el carbónico no se desintegre el corcho.
7. Los puntos y las listas ¿garantía de éxito?
Ayudan a la hora de elegir, pero si no se conoce el vino es mejor no arriesgarse a comprar una caja. Los catadores son personas como nosotros que tienen gustos particulares. Si sus gustos coinciden con el del catador podría comprarlo a ciegas, pero sino lo sabe es mejor probar con una botella en varios tipos de vino para determinar y asegurarnos si nuestros gustos coinciden con el experto.
Vía: Economía hoy