Cada uno de los momentos que vivimos, podemos vivirlo con vino.
Es una especie de brindis a cada acción que tengamos; grande o pequeña, no podemos perder la oportunidad de tomar una copa.
Aparte de todo, es saludable.
Con los amigos va muy bien.
Es la oportunidad de descorchar un momento que se convierte en único.
¿Sabías que la memoria y el olfato tienen mucho en común? Pues bien, si te encuentras estudiando (carrera, pos grado, cursos, talleres o por trabajo), toma una copa de vino: el vino te ayudará no sólo con tu memoria, sino los aromas se ligarán a lo que estudias; tendrás mayor información sin darte cuenta.
Somos una aventura con vino cuando tenemos algo especial que compartir con alguien y qué mejor manera que hacerlo con una copa.
Sí, sabemos que hay muchas otras opciones como la cerveza, el ron, el mezcal; pero por siempre el vino ha sido sinónimo de celebración y grandes momentos.
Y no es por tradicionalistas, es porque verdaderamente vale la pena compartir grandes momentos con vino.
De cepa a cepa, zona a zona, vino a vino siempre será diferente: incluso entre la misma cada, la botella cambiará nuestra percepción, a veces por el tiempo (un minuto más en la copa, un rato más abierto) tendrá una oportunidad diferente de disfrutarse.