Siempre que pensamos en maridajes, pensamos en cerveza: como la respuesta fácil ante un consumo.
¡Yo con una cerveza y ya! ¿Para qué esa ridiculez de vino con algo?
Y siguiendo ese comentario común debemos informarles que los maridajes no se limitan al vino y al contrario, poner una barbacoa con cerveza, es un maridaje.
Tal vez sea el propio, y la cerveza sea una buena manera de ir con esos tacos, lo cual es normal la acidez de la cerveza da combinación con la grasa de la carne. ¿Ven cómo un buen maridaje no tiene que ser complicado?
Hasta el hecho de beber agua con comida tiene un equilibrio, ¿o a poco no han intentado alguna comida y con agua simple les da un pésimo sabor en la boca? . Por eso hay refrescos que saben mejor con algunos platillos; lo mismo pasa con el vino.
Puede sonar un poco burdo para los más puristas, pero esa es la realidad, el vino se combina igual que cualquier otra bebida.
A mayor acidez, más grasa:
Aplica a tintos (carnes con vinos tintos de más acidez, Chardonnay y aguacate o pescados).
Más taninos, más condimentos (una carne a la pimienta con un cabernet por ejemplo).
Alimentos salados van mejor con efervescencia.
El nivel de taninos y acidez debe coordinar con las especias y la misma acidez de la comida.
El dulce de la comida debe ser igual o menor al del vino.
Si se dan cuenta, son maridajes que si se cambia la palabra “vino” por “cerveza”, son iguales.
Entonces si, siempre son necesarios los maridajes.