Todos estos consejos son para tomar vino en casa; no para un servicio en restaurante. Hacemos esta aclaración para que no lo hagan NUNCA frente a un comensal. Estos también pueden servir con cerveza.
Ponerlo en agua con hielo.
En una jarra o cubeta con un poco de agua, agrega hielo y sal de grano. Mete la botella en medio y gírala suavemente, un poco.
Si es blanco o un joven sin sedimentos, incluso puedes voltear la botella CERRADA.
Esto hará que esté fría de ambos lados, pero no lo hagas con espumantes ni cervezas.
Refrigerador
Si tienes más tiempo y lo estás planeando, puedes meter la botella al refrigerador al menos media hora en tintos jóvenes o blancos con barrica. Si es blanco o espumante con una hora a máximo hora y media. Que no pase de ese tiempo.
Congelador.
Andas corriendo, no puedes ir por hielo y no te dio tiempo de meter al refrigerador. Vas a perder la etiqueta, pero es mucho más rápido: toma un trapo o servilleta (de papel, de tela delgada –delgada, no gruesa, delgada- y mójalo; ponlo alrededor de la botella, que quede bien adherida y métela envuelta al congelador. Permite que se quede al menos 15 minutos y enfriará bien.