Para consentir a papá y no sabemos como hacerlo, tenemos unas opciones como estas tres:
Aprende a ordenar un buen vino.
Para algunos ordenar una botella es sinónimo de sofisticación, así que sigue los siguientes consejos si lo que quieres es sorprender a tus acompañantes
Ordenar vino en un restaurante puede hacerte ver elegante, pero también podría llegar a ser una situación embarazosa si desconoces del tema. Por ello, en base a la opinión del experto José Castrillón, gerente sommelier de La Castellana “es importante que la persona tenga una idea de qué platillo quiere, para poder elegir el vino ideal”.
Según Castrillón, lo mejor es poner especial atención en base a la relación de precio y calidad de los vinos de acuerdo al gusto de cada persona. que puede variar en tipos de uvas y países de procedencia:
La temperatura: Un elemento crucial en la selección del vino se encuentra en la temperatura. Según Castrillón, lo ideal es pedir un vino blanco que esté entre los 6 °C y 9 °C y el champán ente los 6 °C y 7 °C; un tinto joven entre 14 °C y 16°C y si es un tinto más robusto entre los 16°C y 18 grados.
¿Rojo o blanco?: Vinos jóvenes, frutales con acidez marcada, son para platillos no muy condimentados; para alimentos con más especias se recomienda el vino más complejo, pero hacer el perfecto maridaje la respuesta es atreverse, las propuestas son abiertas pero el disfrute es de gustos.
Escucha al especialista: La mayoría de las veces el mesero no tiene idea de los distintos tipos de vino. En vez de hacer esta pregunta, opta por un… ´¿me puedes hablar de estos vinos?´ y probablemente el chico te enviará a un experto del restaurante que sí sabrá hablarte de ellos.
Inspecciona el corcho: El corcho te da una idea de lo que está sucediendo dentro de la botella. En muchos restaurantes, el servidor del vino fijará el corcho hacia abajo en un plato pequeño, servilleta o directamente en la mesa. La razón de hacer esto es inspeccionar el corcho para determinar que se imprime con el mismo productor que la etiqueta y para que pueda ver si hay alguna filtración. Es importante que no tengan trozos del corcho, ya que esto puede llegar a amargar al vino”, aseguró el experto.
Pruébalo: El mesero verterá alrededor de una onza o dos de vino en tu copa y se retirará dando un paso atrás. Agita el vino un par de veces y luego prueba un poco del líquido.
Si huele a frutas, flores y otros aromas agradables, entonces simplemente asiente al mesero para que comience a servir el vino al resto de la mesa. Sin embargo, si tiene un olor desagradable, y no se puede identificar los aromas puede ser que haya sido contaminado con pequeñas partículas del corcho, y en ese momento puedes solicitar otra botella.
Con información de El Horizonte.
El maridaje depende de nosotros.
Chocolate, vino y café previenen enfermedades del corazón.
El consumo de chocolate, vino y café en cantidades adecuadas, así como la práctica de sexo cotidiano, ayuda a prevenir las enfermedades cardiovasculares, afirmó José Manual Enciso, integrante de la Asociación Nacional de Cardiólogos de México.
El especialista sostuvo que contrariamente a la creencia popular los alimentos mencionados y el sexo resultan benéficos para prevenir las enfermedades vasculares.
El cardiólogo dictó la conferencia “Chocolate, vino, sexo y café en la prevención cardiovascular”, en el auditorio del Consejo Zacatecano de Ciencia, Tecnología e Innovación (Cozcyt), con el propósito de sustentar científicamente los efectos positivos que en el corazón tienen esos alimentos y la actividad sexual.
Comentó que dentro de la cardiología se hacen esfuerzos por combatir las enfermedades vasculares y agregó que la principal causa de esos padecimientos es una alteración de las arterias llamada aterosclerosis, que es una variedad de la arteriosclerosis. Esta última es la primera causa de enfermedad y muerte en el mundo.
Al referirse al chocolate, comentó que el cacao contiene una sustancia llamada epicatequina, que tiene elementos antioxidantes muy potentes y que beneficia a las arterias. Tal es su beneficio que un kilo de ésta vale más de 100 mil dólares, refirió.
Por ello, recomendó consumir una tablilla (del tamaño de una ficha de dominó) al día de chocolate (cacao) natural, porque el industrializado, con grandes cantidades de azúcar o el blanco “no sirve” ni tampoco consumir más de la dosis sugerida.
José Manuel Enciso agregó que el vino tiene facultades que lo hacen un cardioprotector, pero también debe ser consumido en dosis moderadas, una o dos onzas (equivalente a un caballito) al día por los hombres y la mitad para las mujeres.
Los efectos positivos de los destilados están científicamente demostrados, así como los vinos tintos, porque contienen polifenoles, que tiene potencial antioxidante a nivel de arteria, corazón y tejidos.
El café natural (de grano) es otra bebida con alto potencial de antioxidantes, se recomienda consumir dos o tres tazas al día. El descafeinado resulta dañino por el proceso que realizan para eliminar la cafeína.
Por Notimex.
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Festejo de cumpleaños.
Para la fiesta necesitamos…
Ese día el cumpleaños de mi mejor amigo merecía algo bueno. Él llegaba a los 30 años y merecíamos tener una fiestota. Algo grande, muy grande. Pocos llegan a esa edad tan queridos, tan amados, tan estudiados y trabajados. Por problema inició su trabajo a los 15 años; siguió estudiando, llevando a cabo logros. Sirvió como ejemplo para su familia, sus hermanos, su mamá, su papá siempre notaron el apoyo, el amor.
Viajó, salía seguido y se mantuvo estudiado. Era un ejemplo a seguir para muchos de nosotros.
Cada evento que teníamos nos llevaba una botella de vino. Siempre.
En uno de sus viajes a España le enseñaron a tomar vino. En uno de sus viajes a Argentina entendió como tomarlo. En una salida en los valles de México comprendió porque tomarlo.
Desde ese día nos regalaba una botella en cada ocasión: una graduación, un cumpleaños, un aniversario, una ruptura. Ahí estaban, las botellas de vino. La mayoría se las tomaban. El punto era festejar y cumplían su cometido.
Un día, en la ocurrencia le preguntamos la razón de darnos vino, sabiendo que a la mayoría no nos gustaba y dijo que no podía explicarlo con palabras pero si con hechos. Hicimos planes, agarramos las maletas y un mes después nos fuimos enmochilados a Ensenada, a los Cabos, a recorrer los viñedos de Zacatecas, de Chihuahua, de todo el norte.
En ese viaje entendimos lo que llegó a significar para él tomar vino. Es sentir el amanecer en una copa de vino, poder probar la brisa de mar en un suspiro, recordar los colores del atardecer, tener el mar en la boca, poder aprender de tu tierra, un punto de inspiración. Ver que pese a todo, en contra del mismo destino, en contra de ti, existe eso: lo que quieres, lo que necesitas y muchas veces lo encuentras en una botella, con un corcho, en una copa, con amigos. Y ese fue realmente su festejo de 30 años.