La combinación de sabores y aromas es infinita: conocer dela gastronomía mexicana suena a algo extenso al pensar, que junto con la comida Francesa, es Patrimonio Intangible de la Humanidad por la UNESCO.
Y entonces llegaron los vinos Riojanos y se dieron cuenta del gran potencial. Toda la comida, todos los platillos habidos y por haber… ¿Y ahora? Un gran experimento de maridaje para disfrutar de la amplia cocina mexicana con uno de los vinos favoritos de México. Los vinos Riojanos se encuentran con platillos de cada estado de México.
¿Ejemplo?
Cochinita Pibil, camarones al coco, arroz a la tumbada, tlayudas y molotes se vieron acompañados de vinos riojanos que iban variando en región y en guarda.
Tuvimos la oportunidad de acompañar a La Denominación de Origen Rioja en México con estos increíbles maridajes.
Uno de los principios esenciales para lograr un maridaje exitoso es conocer el vino y nuestros alimentos; es muy importante saber con que ingredientes está elaborado el platillo y la forma en que fue preparado así como conocer el carácter, aromas y potencia del vino para asegurarnos de que sean compatibles y que ninguno predomine.
De acuerdo con la Sommelier Claudia Ibarra, quien participa con la Denominación de Origen Rioja, la gastronomía mexicana hace una perfecta comunión con los vinos riojanos por la amplia variedad que encontramos en ambos; los vinos blancos secos son la pareja idea de los ceviches, los tacos de carnitas michoacanas o pescados empapelado.
Los vinos tintos jóvenes que son cosecha y con la característica de ser frutales van muy bien con chiles rellenos en caldillo de jitomate, con unas corundas michoacanas, entomatadas o tamales oaxaqueños.
El clásico es el chile en nogada con un vino rosado. Si se lo pierden, es que no saben vivir.
La madera ligera y los frutos rojos de los crianza acompañan perfectamente unas tostadas de tinga de res, unos tacos de picadillo o una torta ahogada,
Los reserva de Rioja son excepcionales, presentan notas complejas y finas de las barricas: cacao, vainilla, especias y los frutos ya evolucionados que combinan con moles oaxaqueños, con una enchiladas rojas estilo Michoacán o una birria (sí, birria con vino. Vamos a probar).
Los gran reserva de Rioja tienen la fuerza para equilibrar los platillos con más grasa como los sopesitos de asientos o los platillos de sabores muy complejos como los chiles en nogada.
Si están interesados, también hay más información, aquí.