La realidad es que no sabemos medir cuanto es el exceso de algo y a veces una cosa tan sencilla como tomar mucho agua o una botella e tequila no es dimensionada de manera correcta.
Evitar los excesos es algo que puede lograr conservarnos con vida, tan sencillo como es: no beber de más o comer en exceso se entiende así por salud.
Ejemplos de esos nos llegan con concursos sin sentido o apuestas absurdas.
Incluso parece que la estupidez puede ser probada y estos concursos son parte de ello.
No es lo mismo tomar unas copas durante toda la noche a que sea en un momento: el cuerpo no tiene tal capacidad de asimilación y se ve rebasado, lo cual puede provocar la muerte.
En el 2007, una mujer murió por “ganar” un concurso donde debía tomar la mayor cantidad de agua (esto en California, Estados Unidos).
Como ese ejemplo no fue válido para entender los límites del cuerpo, este año, un joven de 23 años decidió tomar una botella de tequila en República Dominicana, tras lo cual murió por la intoxicación alcohólica.
En redes sociales se difundió al joven antes de su fallecimiento.
Y así, miles ejemplos de imprudencia, que hasta ahora, no se veían afectados más allá de la persona en cuestión.
Hasta ahora: Las imágenes más cuidadas nos muestran un BMW destruido; las más mórbidas traen consigo cadáveres regados por una de las avenidas más emblemáticas de la Capital: Reforma. De acuerdo con varios medios nacionales, el conductor, único sobreviviente, iba a más de 180 Kms/H a las 3:30 de la madrugada del viernes 31 de marzo. Y ahora, entre las familias de los 4 fallecidos, la sociedad y algunos medios buscan a los responsables. Es verdad que el conductor tuvo la mayoría de la culpa al manejar en estado etílico, pero nos deja una reflexión poderosa: Si toma no maneje (hagan una plana de ello, ayuden a sus amigos a hacer una plana). No vayas con personas que se encuentran en mal estado: si tu “conductor designado” no pudo lograr el trabajo de mantenerse sobrio, pide un taxi o auto: tenemos ya tantas maneras de llegar o esperar, que es mejor dormir en la calle a exponerse. Ante los responsables ¿Cuánto le queda de responsabilidad al bar (Barrezito Polanco) de seguir sirviendo bebidas alcohólicas a una persona en mal estado? Nos adelantamos a sus comentarios de “cada quien se cuida solo y no es responsabilidad del bar”: Pues no es así, vivimos en sociedad y todos somos responsables de lo que pasa en ella.
El mesero, bartender, gerente, el valet parking decidieron tomar una medida fácil de evitar problemas con una persona (el conductor) al seguir sus instrucciones a tener la ética moral y profesional de no servir, no permitir que se vaya y evitar la exposición de más personas ante un desastre que pasó: 4 personas fallecieron ante algo que se pudo evitar.
Es momento, como sociedad, de evitar estos desastres: se trata de cuidarnos más, de saber beber, de no conducir si no estamos en buen estado (sea alcohol o sueño), de evitar personas en mal estado, de conducir sin conocer o si se encuentra en mal estado.
De evitar la imprudencia.
El beber más sin caer en el exceso (dos copas para hombres, una para mujer, proporción de 1 a 1 con agua, no exceder el nivel alcohólico, agregar comida), no tomar una botella de -lo que sea- sólo para probar que se es más borracho que otro.
No evitar el alcoholímetro e ir preparado para ello: sobrio.