¿Cuánto sabes de vino?

La inefable competencia del vino empieza cuando alguien conoce más que otra persona: ¿es en serio necesario hacer esa comparativa?

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La pelea se convierte en algo más grande cuando todos los involucrados se quejan del conocimiento ajeno y las frases de “él no sabe”, “a ella no le gusta ese vino”, “apenas y toma” vienen a la mesa y se convierte en un comparativo donde el “yo” predomina sobre el vino.

Lo gracioso es poner a esos críticos y amigos a tener una discusión de lo más básico del vino: las fichas de catas, regiones y más para no saber que hacer y como hacerlo.

¿Decantar? Eso no lo hago así: pero mira como arreglo mi bordeaux, el cual tú no sabes pronunciar bien.

Y tú, incómodo en el sillón, viendo como se quejan, lo que dicen, lo que irritan., mientras toman la copa como no se agarra pero no dices nada para no ser como ellos, para no ser pretencioso, no ser snob, porque si ellos disfrutan quejándose, tú lo haces bebiendo tu copa. Y esa es la palabra.

¡Dejen disfrutar!
Parece que a veces, en el mundo del vino lo necesario es saber más que el otro y eso es incluso más importante que disfrutar de una copa de vino.

Y tu súper poder es disfrutar la botella de vino sin importar más.

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Tomar una botella de tequila.

 
La realidad es que no sabemos medir cuanto es el exceso de algo y a veces una cosa tan sencilla como tomar mucho agua o una botella e tequila no es dimensionada de manera correcta.
Evitar los excesos es algo que puede lograr conservarnos con vida, tan sencillo como es: no beber de más o comer en exceso se entiende así por salud.
Ejemplos de esos nos llegan con concursos sin sentido o apuestas absurdas.

Incluso parece que la estupidez puede ser probada y estos concursos son parte de ello.
 
No es lo mismo tomar unas copas durante toda la noche a que sea en un momento: el cuerpo no tiene tal capacidad de asimilación y se ve rebasado, lo cual puede provocar la muerte.
En el 2007, una mujer murió por “ganar” un concurso donde debía tomar la mayor cantidad de agua (esto en California, Estados Unidos).
Como ese ejemplo no fue válido para entender los límites del cuerpo, este año, un joven de 23 años decidió tomar una botella de tequila en República Dominicana, tras lo cual murió por la intoxicación alcohólica.
En redes sociales se difundió al joven antes de su fallecimiento.
Y así, miles ejemplos de imprudencia, que hasta ahora, no se veían afectados más allá de la persona en cuestión.

Hasta ahora: Las imágenes más cuidadas nos muestran un BMW destruido; las más mórbidas traen consigo cadáveres regados por una de las avenidas más emblemáticas de la Capital: Reforma. De acuerdo con varios medios nacionales, el conductor, único sobreviviente, iba a más de 180 Kms/H a las 3:30 de la madrugada del viernes 31 de marzo. Y ahora, entre las familias de los 4 fallecidos, la sociedad y algunos medios buscan a los responsables. Es verdad que el conductor tuvo la mayoría de la culpa al manejar en estado etílico, pero nos deja una reflexión poderosa: Si toma no maneje (hagan una plana de ello, ayuden a sus amigos a hacer una plana). No vayas con personas que se encuentran en mal estado: si tu “conductor designado” no pudo lograr el trabajo de mantenerse sobrio, pide un taxi o auto: tenemos ya tantas maneras de llegar o esperar, que es mejor dormir en la calle a exponerse. Ante los responsables ¿Cuánto le queda de responsabilidad al bar (Barrezito Polanco) de seguir sirviendo bebidas alcohólicas a una persona en mal estado? Nos adelantamos a sus comentarios de “cada quien se cuida solo y no es responsabilidad del bar”: Pues no es así, vivimos en sociedad y todos somos responsables de lo que pasa en ella.


El mesero, bartender, gerente, el valet parking decidieron tomar una medida fácil de evitar problemas con una persona (el conductor) al seguir sus instrucciones a tener la ética moral y profesional de no servir, no permitir que se vaya y evitar la exposición de más personas ante un desastre que pasó: 4 personas fallecieron ante algo que se pudo evitar.


Es momento, como sociedad, de evitar estos desastres: se trata de cuidarnos más, de saber beber, de no conducir si no estamos en buen estado (sea alcohol o sueño), de evitar personas en mal estado, de conducir sin conocer o si se encuentra en mal estado.
De evitar la imprudencia.
El beber más sin caer en el exceso (dos copas para hombres, una para mujer, proporción de 1 a 1 con agua, no exceder el nivel alcohólico, agregar comida), no tomar una botella de -lo que sea- sólo para probar que se es más borracho que otro.
No evitar el alcoholímetro e ir preparado para ello: sobrio.

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Los términos del vino.

Son términos especiales que usamos para designar variantes del vino.
Es cuando quieres ser un experto en vino y tener el léxico correcto, sólo para demostrar que te cultivas en el ámbito del vino y esta es a mejor forma de hacerlo:
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Si tu vino “no te convence” al momento de olerlo o tomarlo, es un vino hueco, al cual le faltan características para ser llamado un buen vino:

  • Si el aroma se va rápido.
  • Si al tomarlo no lo sientes.
  • Si los colores son pardos, tristes, es “hueco”.Especiales_vino_MG2

Un Coupage es un vino que tiene una combinación de uvas -generalmente 4 o más-, donde las encuentras en diferentes proporciones, no siempre vienen especificadas. Especiales_vino_MG3

El “buqué” no se encuentra en todos los vinos, sólo en aquellos que tienen más tiempo guardados: más barrica, más tiempo en cava. Si no cumple esa característica es aroma (que son los primarios y secundarios); los llamados aromas terciarios son los que se dan tras este tiempo. Especiales_vino_MG4

Después de beber el vino, toma un poco de aire y encontrarás otros aromas desde atrás, estos aromas son conocidos como “retrogusto”.

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Si es color café (y no un vino generoso) o los aromas son a huevo o trapo húmedo, no lo leas.

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Como no manchar con el vino.

Las manchas que pasan al servir el vino son siempre, los más expertos lo evitan pero es casi imposible no terminar con algunas gotas que recorren lentamente la botella hasta caer en el mantel (que para nuestro colmo, casi siempre es blanco).
Pues bien, ¿Por qué pasa esto? La forma de la botella no facilita este fenómeno, y mientras más llena se encuentre, este fenómeno se nota más, como lo descubrió Daniel Perman.

Este biofísico de la universidad estadounidense de Brandeis en Boston, encontró una sencilla solución: una pequeña ranura de dos milímetros con una profundidad de un milímetro cerca del cuello de la botella, con lo cual cae sobre la copa.
 
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De acuerdo con la universidad, están buscando la manera de lograr así las botellas
Con información de El País.

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El vino: Implacable aliado ante el estrés

Ese momento donde la copa de vino se vuelve la mano amiga.

El vino tiene diferentes nutrientes que nos ayudarán al día con día; sin embargo, cuando estamos en malos momentos y disponemos de más estrés, es normal querer encontrar un punto de escape.

Es por eso, que proponemos uno que aparte de todo, es sano: El vino.

Para disminuir el estrés, especialistas recomiendan el consumo de una a dos copas de vino (tinto, blanco, espumoso). ¿Esto por qué?

El vino tiene componentes que ayudan a la presión arterial, así como antioxidantes que permiten que disfrutemos una copa que nos disminuya la sensación de estrés y de ansiedad que pudiéramos tener. Olvidemos también el enojo acompañados de una copa de vino que puede venir con un buen aperitivo o algo más para degustar.

Claro, ante todo la sugerencia importante: no tomar en exceso.

Se trata de poder ayudar al cuerpo y a la mente a tomar un respiro y seguir adelante y no perderse de los acontecimientos o usar los problemas cotidianos como pretexto para empinar el codo.


 

En estos casos, lo importante es poder tenerlo a la mano, listo y no sobrepasarnos, para poder estar consiente en nuestras decisiones y dificultades sin que el vino se vuelva parte de esos compromisos.

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Importa donde sirvo el vino o no.

Si eres de las personas que no le importan y siempre lo sirven donde puede, sea copa o vaso, lamentamos decirte que si importa. Y mucho.

Sobre todo si eres de las personas de buen olfato y te sientes “muy sibarita”. Es verdad que no pasa mucho si lo sirves en vaso en lugar de copa.

Te explicamos:
La copa tiene su forma para que el aroma llegue a ti de manera correcta. Es especial para poder lograr dicho efecto.

El vaso no te va a permitir apreciar bien lo que vas a consumir en comparación a las copas. Dejando de lado la parte de “que bonito se ve en la copa”, esta permite que se desprendan de mejor manera los aromas y por lo mismo, la expresión al beberlo.

En vaso, también el vino se va a calentar pues no tenemos el mismo espacio de soporte para agarrar (aunque muchas personas toman la copa mal).

A lo cual podemos crear una regla (que no existe): Mientras más fino, mejor hecho el vino, más fina la copa.

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¿Importa la producción?

En catas, fichas técnicas y en muchas otras opciones de lectura vinícola, se habla de la producción de vino o nunca falta el individuo que pregunta “¿Cuántas botellas hacen de este vino?”… la razón ¿es importante?

En el sentido de la calidad, lo es: el vino es un proceso que aún mecanizado, es casi artesanal poder tener un buen vino y debe ser cuidado ese entorno para tenerlo bien en cuanto a calidad y capacidad.

Esto no tiene que ver con que tu vino favorito sea uno más barato o caro –aunque influye-, o que ese especial sea de mejor o mayor calidad –aunque también tiene que ver-.

Puede ser, que en producciones enormes el cuidado sea especial: en casos de grandes producciones parece imposible o difícil cuidar la calidad, pero es posible y depende del bodeguero, el enólogo, el agrónomo y demás personal que revisa las hectáreas.

A todo esto queda la duda si importa la producción. Y la respuesta es una ambigüedad: depende si la calidad demuestra el cuidado o no.

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Quiero que me expliques, no me que me regañes.

El lado incómodo de la moneda: ser sommelier no es barato ni fácil: aprender de vinos incluye tomarlos y muchas veces los vinos. Por económicos que sean no son menos de $300 pesos en una compra barata (y muy barata, a la semana si bien nos va), pues conocemos a productores, importadores o distribuidores que nos darán la posibilidad de experimentar con dichos vinos.

Imagina ahora la posibilidad de vinos que tomamos y que podemos presumir. Sí, presumimos.

Y ahí empieza el primer error de nuestra parte.

Entonces llega cualquier persona que no conoce de vino –porque seamos honestos ¡No somos un país que tome vino! Por mucho que nuestros tres amigos lo hagan, no son el grueso de la población: vayan a la playa más lejana, más recóndita y pidan vino: los verán raro- y esa persona que no conoce de vino es regañada.

A ti, que te ha costado cursos, clases, botellas y miles de momentos vas a regañar a alguien porque no sabe la diferencia entre aroma y bouquet…. ¿Con qué derecho esa soberbia?

Es como si mandas a arreglar tu computadora y te regañan porque no tienes algún sistema… ¡que no sabías que tenías que tener! Así de ilógico.

La gran suerte es que los sommeliers ya han ido cambiando: los ojos hacia arriba mientras preguntas las diferencias de un cabernet de Sonoma y uno de Francia se han ido alejando –y que bueno-.

Volvemos a lo básico: Sommelier, es tu trabajo atender, eres parte del servicio, no tienes razones para enojarte ante las preguntas: si todos supieran lo que tú sabes ¿para qué estarías tú?

Sommelier: él te ayudará a encontrar lo más conveniente para tu cava y maridaje

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Más de una copa y vivir hasta los 107 años.

Si eres de los que gustan de la vida y quieres vivirla lo más que se pueda, esta puede ser una opción.

Para vivir más, tenemos la idea de comer sano, hacer ejercicio y descansar mucho. Y no hay estudio que diga lo contrario, pero Antonio Docampo García, quien falleció a la edad de 107 años, el secreto es beber vino tinto: y mucho.

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El hijo de Docampo dijo que la mayoría de los días su papá bebía dos botellas de vino para el almuerzo y otro tanto igual en la cena. Y que no tomaba agua.

Este productor logró cerca de 60 mil litros de vino al año para su Bodega (Bodegas Docampo que se encuentra en Ribadavia, España), de lo cual hacía su reserva de al menos 3 mil de esos litros.

Para el desayuno tomaba un poco de brandy antes de comenzar a trabajar.

¿Será el secreto de una larga y feliz vida?

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Vía VinePair

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La copa perfecta.

Ya te sientes el campeón del vino y que es momento de invertir en serio en todo lo que necesitas: las botellas de vino más finas (o de mejor calidad, al menos); los descorchadores, las válvulas y las copas necesarias.

¿Cómo son las copas perfectas que necesitas para eso?

La mejor manera es encontrar el cristal más fino -y sí, hay una diferencia de costo para eso- y algunas otras características: copaperfecta

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